Este disco es tan bueno que te haría mejor persona si ello fuera posible, porque en los cuarenta minutos que dura (y que duró, pues es una grabación en directo y del tirón) consigue levantarte la moral, equilibra tus fluidos corporales, te provoca una moderada felicidad y hace que te entren unas ganas (de contenidas a fuertes) de compartir la experiencia.
PJ Morton es el teclista de Maroon 5 y por ello es una persona rica y famosa (aunque no tanto como Adam Levine, porque eso es cósmicamente imposible, o eso cree él), lo que le permite a PJ pagarse la vida que le gustaría tener como músico en un mundo perfecto. En ese mundo perfecto PJ Morton es hijo legítimo de Stevie Wonder y de Marvin Gaye, hace una música maravillosa y todo quisque lo adora. Por eso, si le apetece grabar la versión desenchufada de un disco –‘Gumbo’– que pasó (en el mundo real) sin pena ni gloria, pues va y lo graba y se queda tan ancho. Y como se quedó con ganas de más (y de menos instrumentos) este año ha sacado ‘The Piano Album’, que es la versión minimalista de todo esto que estamos comentando.
¿Y qué es lo que hace que este disco sea tan bueno en el mundo perfecto y en el imperfecto? Pues varios factores, obviamente, porque, si no, estaríamos hablando de un milagro. El primero, siguiendo con lo dicho antes, es la voluntad de este hombre, nacido hace 39 años y criado en Nueva Orleans en un ambiente artístico especialmente estimulante, de hacer lo que parece que verdaderamente le gusta (solo hay que echar un ojo el vídeo -abajo está- de la grabación para verlo disfrutar como un cachorrito), aunque le cueste una pasta. El segundo (que puede que tenga que ver con lo de la pasta) es saber rodearse de las personas adecuadas y así, en este ‘Gumbo Unplugged’ tenemos a BJ The Chicago Kid, Lecrae, The Hamiltones, Yebba (atención a la voz de esta ‘blanquita’ en ‘How Deep Is Your Love’), Keyon Harrold, además de la orquesta de Matt Jones y el grupo de vocalistas The Amours. Y el tercer factor es lo que PJ Morgan consigue hacer con toda esta gente y con más todavía metido en un estudio (que parece el merendero de un pantano, que todo hay que decirlo).
Eso que hace PJ y hacen todos los reunidos en esos Power Station Studios es oro puro, ceremonia de la armonía, comunión de la música negra, celebración eucarística del soul y del góspel, bendición urbi et orbi y ascensión a los cielos. Todo eso junto y más. Por eso lo nominaron a tres Grammy’s y no se llevó ninguno, porque estamos en el reino de los suelos, en el mundo muy-muy imperfecto, y porque los afroamericanos (quizá no todos, obviamente) hace una generación que renunciaron a lo mejor de su música, que puede que fuera lo mejor de ellos mismos.