MATTHEW E. WHITE
Matthew E. White

Matthew E. White se ha soltado la melena, se ha tirado a ‘su’ piscina, ha hecho la bomba, ha buceado, hecho el ganso, el muerto y diez largos, luego ha superado su record personal de apnea y ha salido finalmente del agua más contento que un cachorrito.

‘K Bay’ es un artefacto sonoro tan personalísimo como embriagador, una bomba sónica que embute sin reservas soul, krautrock, pop, electrónica, funk, efectos, coros góspel y arreglos orquestales como si todo eso lo fueran a prohibir el mes que viene. White se ha dado un festín con todo lo que guarda en su cabeza y aun en sus tripas y el resultado del desahogo (porque esto tiene toda la pinta de eso y hasta de una salida de armario) es tan pasmoso como excitante y satisfactorio.

El gran paso adelante de este disco con respecto a sus precedentes entregas es la ausencia de homenajes explícitos, ‘K Bay’ es un disco de Matthew White que suena muy personal. A pesar de que los ingredientes, las referencias y las influencias pueden detectarse y enumerarse con facilidad, es la mezcla casi carnavalesca (que roza el pastiche pero no cae nunca en él) lo que hace de este disco algo muy original, muy personal y de imposible emulación.

por El Poleo