La semana pasada estuve a punto de reseñar un álbum de un sorprendente grupo islandés llamado Moses Hightower que hacen soul medio electrónico, lo cantan en la lengua de la madre que los parió y lo hacen así de bien:
pero por no quedar como un puñetero friki me contuve.
Hoy ya no me aguanto, porque lo de los daneses (de Copenhague) D/TROIT es para enmarcarlo. Claro que no en vano han ganado la última convocatoria de los Scandinavian Soul Music Awards y su proyecto ha atraído a Gabriel Roth, de Daptone, que firma las mezclas (y se nota).
Al respecto del soul y sus derivados, en esto de la globalización, hay una buena y una mala noticia: la buena es que en cualquier parte -como es el caso- te puedes encontrar con una banda extraordinaria; la mala -y no es la primera vez que lo decimos- es que los que deberían estar defendiendo este patrimonio, los negros norteamericanos, estén a otra cosa, dejando que los blanquitos se encarguen de tener encendida la llama o, como en el caso que nos ocupa, hayan prendido una hoguera.
Por supuesto que ‘Soul Sound System’ es un disco homenaje a un arte y una era desaparecidos y que es una forma de nostalgia y que qué pena y tal, pero cuando escuchas ‘Do Your Thing’ y te sacude esa descarga de energía, de ritmo, de ganas de vivir (y, por supuesto, de bailar), no te cabe en la cabeza (y, desde luego, en el cuerpo) que en este asunto del soul, del funk, del groove, esté todo dicho.
D/TROIT entregan un disco lleno de fuerza y de esfuerzo por transmitir todo el sentimiento y la furia de la música negra en el cambio de década entre los 60 y los 70, pero hecho y concebido desde una perspectiva contemporánea, porque, salvo alguna balada (‘A Little Kindness’ que cierra el álbum y es como una plegaria a Wilson Pickett o a Marvin Gaye), casi todos los temas suenan endemoniadamente vivos y actuales. Y es un tirito de gloria bendita, oiga.