A la manera de los ‘unplugged’ de la MTV, Conor O’Brien y su banda se encerraron un día en los estudios RAK de Londres y se marcaron este más que cariñoso repaso a los tres largos entregados hasta la fecha. Sería el antedicho ‘desenchufado’ o un ‘grandes éxitos’, si no fuera porque la revisión va mucho más allá del tópico. O’Brian parece deberle algo a algunos temas que ‘se habrían escapado’ en una escucha normal de sus anteriores discos y diríase que se obliga (y nos obliga, si queremos) a echarles otro oído y a disfrutarlos de otra manera, a veces desnudándolos, a veces vistiéndolos de sinceridad y simpleza. Un hallazgo por su parte y un regalo para todos nosotros.