No es la primera vez que los Black Crowes paran o se separan (ya lo hicieron en 2002), tampoco es la primera vez que hacen un disco acústico (o semiacústico) ni siquiera la única en que regalan algo (en este caso es un “dos por uno”) o publican una antología, pero la coincidencia de todos estos factores en ‘Croweology’ hace pensar a muchos que esta vez sí los hermanos Robinson se dicen adiós y nos dicen a nosotros “hasta siempre”.
Las 20 canciones que componen esta entrega hacen un recorrido desigual por los más de 20 años de carrera y los nueve álbumes de estudio, pues en la selección han primado bastante los cuatro primeros discos. Todas las canciones son propias, salvo una, que no es el Hard to Handle de Otis Redding que les dio fama y fortuna, sino She, de Gram Parsons, todo un himno sureño.
Y es que el Sur está muy presente en la revisión que hacen aquí los Crowes de su obra y su sonido, pues la producción de Paul Stacey subraya especialmente elementos de rhythm and blues, de soul y de góspel que dan al conjunto un tono de trascendente esencialidad y también, a mi gusto, de elegía, pues, a la postre, nos estamos despidiendo de la probablemente última gran banda de blues-rock que conocerán los tiempos.