Extensa banda neoyorquina compuesta por pesos pesados de la escena de improvisación, cuyo núcleo está liderado por el guitarrista Jim McHugh junto con Peter Kerlin al bajo, Jeff Tobias al saxofón alto y Jason Robira a la batería. Otros músicos amigos que contribuyen en el disco son: Dave Harrington –guitarra, sintetizador-, Ben Greenberg – guitarra-, Cory Bracken –vibráfono, percusiones-, Dave Kadden –teclados- y Jonah Rapino –violín.
Sunwatchers son difíciles de catalogar: su música es exuberante, anárquica y repleta de energía. Podría decirse que hacen free jazz / rock psicodélico, donde combinan hipnóticas capas de guitarra, saxofón y teclados con otros instrumentos orientales como el phin eléctrico (similar a un laúd), resultando un sonido que bebe a partes iguales del rock, del jazz más experimental, de la música avant-garde (esos drones nos traen a la cabeza a Terry Riley) e incluso del blues.
Este álbum homónimo, que contiene siete temas instrumentales, abre con ‘Herd The Creeps’, una locura de corte en la que lo oriental, el funk y el space rock van de la mano. Alterna momentos más lentos y jazzísticos como ‘For Sonny’, para pasar a un frenético ‘White Woman’ uno de los mejores temas, en el que se entrelaza una chillona guitarra y espirales de saxofón con un ritmo casi punk.
https://soundcloud.com/castle-face-1/sun-watchers-herd-of-creeps
A continuación, ‘Eusebius’, un breve interludio que es un moderno arreglo de una pieza del compositor del siglo XIX Robert Schumann.
https://soundcloud.com/castle-face-1/sunwatchers-eusubius
En ‘Ape Phases’, el grupo comienza con un ritmo nervioso durante unos minutos, antes de lanzarse al caos y terminando con el ritmo original, aún más acelerado.
La siguiente canción, ‘Moroner’ es una improvisación que tiene de base un viejo blues tradicional ‘Cat’s Squirrel’, famoso por las versiones que hicieron de él Cream y Jethro Tull a finales de los sesenta.
Y finaliza el disco con otro punto álgido, ‘Moonchanges’, un tema de 8 minutos y medio que empieza calmadamente para entrar en los sonidos más machacones del space-rock.
Discazo cósmico.