The King of Limbs

¿Qué tendrá este disco, que será-será, que en el momento de escribir esto ninguno de los grandes medios en internet (Pitchfork, NME, Allmusic, Spin, Rolling Stone…) ha dicho todavía esta boca es mía al respecto de la última entrega del combo de Tom Yorke. Mucha prisa en anunciar el momento en que Radiohead abría las puertas de la descarga, mucho bombo, mucho platillo y ahora una calma cósmica parece fluir por las redacciones. ¿Habrán quedado decepcionados, anonadados, petrificados, fascinados, definitivamente mudos? ¿Pero cuántas escuchas necesita un crítico consagrado para poner el huevo, Virgen Santa? ¿Será, ay, que se están mirando entre ellos –los consagrados- como Clint Eastwood y los malos a ver quien es el primero que desenfunda?

Venga, va, yo disparo. ‘The King of Limbs’ es un buen disco corto, entre rarito y poco accesible en la primera escucha y que enseguida gana fluidez en el oído del oyente; hay mucha electrónica (y mucho ‘homenaje’ al trip-hop) y poca guitarra, pero las canciones buscan a quien las escucha y no se quedan en el limbo esperando que lleguemos. Hay piezas estupendas, alguna aridez mística de Yorke y ciertos rellenos (y todo en 40 minutos); y puede colocarse muy comodamente en el cajón del ‘los Radiohead más íntimos’ sin peligro de que se salga ni vaya a venir nadie a descubrir en él nuevas esferas sonoras ni belleza nunca imaginada. Resumiendo: un nuevo y mullido escalón descendente (aceptamos ‘descansillo’ como estadio en el trayecto) en la muy confortable -para ellos y para nosotros- decadencia de una banda que viene deslizándose graciosa y educadamente desde hace ya doce años.

¿Qué resulta que dentro de quince días sacan la segunda parte? Pues ya hablaremos. Si no cuesta, caramba.

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por El Poleo