Éste es un disco que empieza tan bien que te dan ganas de ponerte los auriculares, apagar las luces y cambiar de universo. A medio camino entre Anthony And The Johnsons y Devendra Banhart, colaborador de The Cinematic Orchestra y con una voz que me suena a Andrew Bird, este canadiense nacido en California, de sólida formación musical y que va por el tercer disco, ha hecho en Wooden Arms un trabajo preciosista y quizá pretencioso, porque cuando un músico tiene el propósito de hacer prácticamente una suite indie acústico-electrónica con percusión basada en cacharros varios (hay desde ollas hasta una bici) sus logros tienen que estar a la altura de su ambición y en Wooden Arms, a mitad del recorrido, se acaban las ideas y la inspiración. Una lástima, pero qué arranque, Señor.

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por El Poleo