Llamados así por una película de sexploitation de director estadounidense Russ Meyer. Motorpsycho es una veterana banda noruega cuya música es una fusión de rock progresivo, psicodelia, folk-rock, hard rock y heavy metal de la vieja escuela.
Llevan más de 25 años grabando obras de una excelente calidad, siempre en continuo cambio por lo que su música es difícil de etiquetar. Sus primeras propuestas son más orientadas al hard rock y al metal, pero sus últimos discos están más cercanos al rock progresivo y psicodélico, siempre con la máxima de la experimentación.
“Here Be Monsters” contiene cinco composiciones propias con una seductora intro de piano “Sleepwalking” y un breve reprise del mismo tema denominado “Sleepwalking Again”. Los casi diez minutos de la serena y bella “Lacuna/Sunrise”, que nos pueden recordar a los Pink Floyd de ‘Animals’, enlazan con el tema instrumental “Running With Scissors”.
“I.M.S.” tiene dos pianos tocando repetitivamente antes de que entre en acción una distorsionada y agresiva guitarra, acompañada de una repetitiva línea de bajo. La gran revelación es “Big Black Dog”, un ejercicio musical de 17 minutos, en el que pasan del lirismo inicial en un lento crescendo al hard rock más Sabbathico, con mellotron incluido, para después regresar a lo acústico.
Recrean “Spin, Spin, Spin”, un tema de Terry Callier, desde la versión de H.P. Lovecraft, al que le añaden un toque más siniestro.
No sé si será recordado como uno de los mejores discos de Motorpsycho, sólo el tiempo dirá. Pero lo que es evidente es que siguen siendo una banda vital.