Dos años después de su primera entrega, vuelve Aly Spaltro a comparecer entre nosotros con un nuevo disco en la misma línea de folk onírico/surrealista, pero, en este caso, incuestionablemente mejor que el primero: más maduro, más medido, con más recursos, más asentado, más ambicioso y más denso. Aly tiene 25 años y un potencial abrumador. Confiemos.

por El Poleo