Por la portada podría pasar por un disco perdido de los setenta, pero no, está recién sacado del horno por el flamante fichaje del sello Sub Pop; el cantante y compositor Kyle Craft, de 27 años y natural de Shreveport(Luisiana), que parece ser la reencarnación de una estrella del glam-rock de esos años.
La influencia de David Bowie es más que obvia, aromas de ‘Ziggy Stardust’ se encuentran por todo el disco. Dueño de una potente -a veces incluso agresiva- voz junto con una instrumentación analógica impregnada de sus raíces sureñas y de ese sonido pantanoso mezclada con la chulería del glam-rock, nos retrae a otras décadas, pero sin llegar a sonar anticuado. Otra influencia más que palpable es Dylan que se puede apreciar en temas como ‘Balmorhea’ o ‘Three Candles’.
Este álbum marca el debut de lo que puede venir a ser una de las nuevas voces más distintivas del rock y firme candidato a las listas de lo mejor de 2016. Ojalá venga para quedarse…