(Este post es corto, como siempre, pero tiene muchos números y todos son años) Richards tiene 71 años, de los cuales lleva tocando la guitarra 55 o 56, es un Rolling Stone desde hace más de 50 y, después de 23, saca ahora disco, con 15 canciones originales. Casi nada.
Todos sabemos que Keith se debe a los músicos negros que fueron seminales en su formación y que (casi) el último de ellos -B. B. King- prácticamente murió al pie del cañón, con 90 tacos, hace solo unos meses, pero Richards no deja de sorprendernos, primero, porque no haya reventado ya, y, segundo, por su glorioso empeño en seguir ahí, dándose por el rock and roll, ahora ya completamente seguro de que le va la vida en ello.
Este ‘Crosseyed Heart’ no es -como los otros dos suyos- ninguna cosa del otro mundo, tiene alguna balada, mucho blues, algo de soul y, por supuesto, rock, pero el solo hecho de que exista es ya prodigioso y el evidente agrado por tocar y por ser y seguir siendo que traslada cada una de esas canciones es el verdadero y bienaventurado acontecimiento.
Démosle eternas gracias y cantemos sus alabanzas. ¡Aleluya!