¿Se puede sonar fresco haciendo lo-de-siempre? Pues claro, porque es rock and roll y por eso nos gusta. Jacle Bow es un cuarteto belga (del lado flamenco) que nació del feliz encuentro de dos músicos (bajo y guitarra) que descubrieron que podían y querían compartirlo todo.

Jonas Bastijns y Karel Van Mileghem buscaron un baterista y otro guitarra, se metieron a hacer ruido en un local de ensayo y de ahí salieron para ganar un concurso/batalla de bandas y una residencia en el prestigioso AB Club de Bruselas (un local que, por cierto, programa más de 500 bolos cada año), donde, cerrando el círculo, presentaron este su primer disco hace unas semanas.

Jacle Bow, además de las actuaciones bruselenses puede presentar una tarjeta con decenas de actuaciones por Holanda, Alemania y Reino Unido, además de una gira-capricho (y pagada de su bolsillo) de costa a costa por los Estados Unidos en veintiuna salas.

¿Y cómo consiguen unos devotos declarados de los Stones del ‘Exile On Main Street’ o del Lou Reed de ‘Transformer’ no sonar apolillados, a banda tributo o a quiero-pero-no-puedo? Pues con el descaro, la inocencia y la pasión que destila la mayoría de los cortes de un disco vitaminado y mirífico.

por El Poleo