Jack White es uno de los artistas más prolíficos y comúnmente geniales que tenemos en estos tiempos, con el plus de ser muy poco ‘estrellita’: siempre parece estar compartiendo, colaborando o repartiéndose con otros artistas. En todo ese bagaje musical, también casi siempre ha optado por sonidos recios, producciones minimalistas y una probablemente fingida actitud salvaje. Así que no tiene por qué sorprendernos que cuando se presenta al fin en solitario y no tiene donde ‘esconderse’ lo haga suavizando actitudes, moderando el ruido, puliendo la producción y recurriendo a las raíces, que para eso están.

Que Blunderbuss es un disco de Jack White no hay quien lo niegue, pero es de otro White: el solitario pero rodeado de mujeres, el vanguardista pero pegado a la tradición, el transgresor ahora moderado. Puede que fruto de la madurez que casi todo el mundo merece, puede que como descansillo antes de otro tramo de escaleras, puede que como puesta a punto del motor, el disco es muy agradable y cómodo de escuchar y no decepcionará salvo a algún obstinado adicto a los White Stripes.

por El Poleo