Aunque siguen haciendo e interpretando la mayor parte de sus canciones como si se fueran a morir en un cuarto de hora (cosa poco probable, pues 22 añitos de media los adornan), estos daneses que nacieron punk y nacieron hardcore, pero también nacieron mustios, agónicos y agobiantes, parece que están viendo (un poquito) el sol de la tranquilidad y van construyendo temas que, si no caricias, son al menos pruebas de progresiva madurez y crecimiento artístico. Así que bien, casi muy bien.

por El Poleo