Puede que tú, perdonavidas de la pradera, no necesitases a estas alturas y -reconócelo- por sorpresa un nuevo disco de un David Bowie ya en la edad legal de jubilación, pero se ve que él sí lo necesitaba. Y te vas a chinchar, porque el disco no es la cosa caduca y desactualizada que a ti te hubiera gustado que fuera, sino que es un producto dignísimo que no desentona en absoluto con la trayectoria de su autor. Puede que sean demasiadas canciones, sí, y que alguna que otra debería haberse quedado ‘en la lata’, puede también que ‘The Next Day’ carezca de un único tono (o sea, del ‘conceto’) y que a veces, de seguido, parezca una mala playlist perfectamente mejorable; pero, hijo, es lo que hay y es mucho ¿O es que hay en la sala alguien que esperase en este minuto del partido (tuyo, suyo, nuestro y de todo esto) un nuevo ‘Ziggy Stardust’, o un ‘Heroes’ o un ‘Scary Monsters’? Vamosanda.