DAN BAIRD & HOMEMADE SIN

Dan Baird – Voz, Guitarra
Warner E. Hodges – Voz, Guitarra
Mauro Magellan – Batería
Sean Savacool – Bajo, voces

¡Ok. Se acabó!. Llegué a la conclusión de que la vida con una maleta, en un avión, en una camioneta, en otro hotel, es algo que ya no puedo manejar. Tienes que ser honesto contigo mismo y ya no puedo mentirme más. Necesito y quiero estar en casa con mi esposa. Ninguno de nosotros ha sido el bastión de la salud últimamente, y no veo que eso cambie. La vida real supera todo lo demás.

Me encanta tocar, pero las otras 22 horas al día son demasiado. Simplemente no quería admitirlo. Tonto de mí. Esta aquí. He tenido un final maravilloso. Muy pocos de mis contemporáneos han tenido esta fortuna. Desearía tener fuerza dentro de mí para continuar. He hecho más en esta vida de lo que jamás había soñado. No dejaré de hacer música, pero será en mi sótano, en mi casa, donde puedo pasear a mi perro, ir al gimnasio 4 veces a la semana, afeitarme los viernes y dormir con mi amor a mi lado todas las noches.

Dan Baird lanzaba este mensaje a las redes sociales el pasado sábado justo antes de su concierto en A Coruña en plena gira española, y lo cierto es que nos dejó a todos un poco sobrecogidos ante tanta sinceridad (con el recuerdo de la terrible enfermedad que sufrió hace tres años planeando). Pero la respuesta no puede ser otra que alegrarnos enormemente por su decisión, desear que siga en activo componiendo y grabando muchos años y felicitarnos por haber disfrutado de cuatro décadas de amor y devoción por el rock & roll a cargo de este californiano que formó parte de aquel productivo movimiento llamado Nuevo Rock Americano con su banda The Georgia Satellites (Dan y Rick Richards, Keith Christopher y David Michaelson) donde también se enmarcaban Long Ryders, Dream Syndicate, Green On Red, Giant Sand, Violent Femmes, Del-Lords. Allí nacieron algunos de los mejores músicos de las últimas décadas, como Dan, Chuck Porphet, Steve Wynn, Jason Ringenberg o Howe Gelb. Los Satellites eran la opción sureña con base Stones/Faces/Humble Pie y un repertorio repleto de riffs incendiarios, con tres excepcionales discos publicados y éxitos rotundos como ‘Keeps Your Hands of Yourself’

Dan Baird se presentó en Granada de la mano de Serpiente Negra, acompañado sus Homemade Sin, la mejor banda que ha tenido y que le acompaña en los últimos 15 años, con su mano derecha Warner Hodges (guitarra en Jason & The Scorchers) y la sección rítmica Sean Savacool (sustituto de Keith Christopher hace unos años) y el batería Mauro Magellan (que le ha acompañado toda la vida desde los Satellites, un músico legendario).

Con medio aforo en la calle (al final nos juntamos algo más de 150 personas), a las 10 en punto aparecieron los cuatro músicos en el escenario y dio comienzo el rodillo. “Hasta que no me endosé el sombrero de copa no empezamos”, advirtió, arrancando la  máquina de rock & roll capaz de encadenar uno tras otro himnos de marcado carácter sureño de los que se te calan hasta el tuétano. ‘Bust Your Heart’, rompe tu corazón, fue el disparo de salida, el tema que abre su último disco hasta la fecha, ‘Screamer’ (2018), del que incluyó algunas piezas más, como ‘What Can I Say To Help’.

Los conciertos de Baird nunca son un ejercicio de nostalgia gratuita, el músico ofrece y transmite lo que lleva dentro, lo que siempre ha definido su estilo en la mejor tradición del rock americano, de bandas sureñas y el blues rock británico, siendo un digno heredero de John Fogerty, Tom Petty o Gregg Allman. Junto con clásicos de Georgia Satellites como ‘I Dunno’ o ‘Six Years Gone’, fueron cayendo algunos de sus más memorables temas de su discografía posterior como ‘Two For Tuesday’, la estoniana ‘Get Loud’ o la fantástica y caliente ‘Knocked Out Cold’ incluida en ‘Rollercoaster’, su anterior (y excelente) disco.

Con el público entregado (salvo alguna excepción que consideró que allí había demasiado rock and roll), empezó a caernos encima todo el peso de la leyenda de este enorme titán, con la seminal ‘Keep Your Hands To Yourself’ de los Satellites, el momento más esperado de cada concierto de la banda con el imbatible tándem ‘Julie and Lucky’/’I Love Your Period’, dos temas que no pueden funcionar mejor, la inolvidable ‘Sheila’ del segundo disco de los Satellites a la que incorpora habitualmente el ‘I Wanna Be Sedated’ de los Ramones (cómo gusta esto al persona) y la que posiblemente sea mejor composición que jamás ha escrito Dan, la absolutamente mágica ‘Younger Face’.

Tampoco faltó la suite sureña de más de diez minutos ‘All Over But The Crying’ (otro viejo tema de los Georgia Satellites, un medio tiempo que Baird ha convertido en su particular ‘Free Bird’ y en la que Warner Hodges ofrece una auténtica exhibición, una fenomenal muestra de su apabullante poderío muy bien secundado por Magellan & Savacool. Y es que llegados a este punto hay que hacer especial mención a equilibrio de la banda en la que Hodges tiene un enorme espacio, es evidente que un tipo como Dan Baird, que huye de un exceso de protagonismo, no puede encontrar con mejor apoyo que el del huracán Warner Hodges. Sobre Mauro Magellan, el batería que lo acompaña toda la vida, poco que decir más que su pegada es demoledora, su estilo muy cercano al de Charlie Watts es de máxima elegancia y contundencia, encontrando en Sean Savacool un complemento perfecto para una sección rítmica de máxima eficacia.

En definitiva, una noche de rock memorable la vivida en Planta Baja, con el añadido emotivo de la despedida de Dan de los escenarios. De las veces que lo hemos visto en directo no voy a decir que la mejor (que quizá sea aquel descomunal show de los Yayhoos en la sala El Sol de Madrid, legendario), pero sí al que más la que más hemos disfrutado por cercanía y calidad de sonido (impresionante la sala en los últimos tiempos en este sentido). Mucho que agradecer tenemos a Serpiente Negra, la promotora de Toni Anguiano que está haciendo más por el rock de esta ciudad de lo que nadie pueda imaginar.

Tanto si regresa como si no (esperemos tener noticias suyas en el estudio, en cualquier caso), Sr. Dan Baird, gracias por todo y ha sido un gran placer, Sir.

por El Poleo