Cuando hace casi dos años hacíamos nuestra admirada reseña de ‘Teens of Denial’ nos referíamos, como no podía ser de otra manera, a la ingente obra previa a ese disco que ya había producido un desconocido muchacho de Virgina llamado Will Toledo. Bueno, pues de ese corpus musical (nueve discos en Bandcamp antes de fichar por Matador), el líder de Car Seat Headrest ha entresacado un disco que él entendía que tenía que ser regrabado -este ‘Twin Fantasy’, originalmente publicado en 2011- y, literalmente, lo ha hecho, es decir, que se ha metido en un estudio con los músicos y los cacharros y ha vuelto a tocar y grabar todo. Algo poco frecuente, extraño y -también- un poquito sospechoso en un artista tan joven, pero, como veréis enseguida, no dan las sospechas en la diana.
Algo que sale de oído a la primera es el tono triste, oscuro, casi lúgubre que desprende todo el álbum, aun en los temas más enérgicos, y, llevándonos de una canción a otra, también el poderoso arrastre de la voz seca y bronca, casi sin reverb, de Toledo, que parece que se nos echa encima cuando repite you, you, you por todo el disco (hasta en la chocante ‘Stop Smoking’). Y esto es así (era así y tenía que ser así) porque lo que está/estaba haciendo Toledo era enfrentarse a pecho descubierto a una crisis sentimiental muy profunda a una edad ‘muy mala’. Y vaya si se nota.
Pero lo que también estaba haciendo Will era crear un disco soberbio y ya entonces lo sabía: publicó en Bandcamp hasta tres versiones distintas de ‘Twin Fantasy’ porque le obsesionaba tanto la forma como el fondo y, por eso, ahora que ‘Teens of Denial’, el contrato con la disquera y las giras le han proporcionado al fin fama y dinero, no ha dudado en invertirlos (y el tiempo) en dejar el disco, al cabo, de siete años, como él siempre quiso/soñó que fuera. Menudo homenaje se ha dado.