Si esto es un disco de descartes, extras y rarezas -como lo es- y si es además, por lo visto, el ‘volumen uno’, dan ganas de empezar a pedir la jubilación de medio universo musical. Con la mitad de los artistas cool del momento entrando a saco en los 80′ (indies) y los 70 (rockers) ¿alguien en su sano juicio puede atreverse siquiera a reprochar a esta Fuerza de La Naturaleza que lo que hace sea poco contemporáneo? Por lo menos estos no engañan: instrumentos de la época, pose de la época, grabación analógica y -lo que más debe de doler- mucho mejores (todavía) en directo que en estudio. Para morirse, de asco, de gusto.
But… I’m Not Gonna Cry: