Jimetta Rose

Lo mismo, con la inminencia de la vuelta al cole/curro o por cualquier circunstancia más acuciante, necesitas que te pasen la manita por el lomo, necesitas ‘curación’, y eso mismo necesitaba la artista angelina Jimetta Rose, uno de los culos musicales más inquietos de California, cuando, en lugar de darle a la botella o la pastilla y dejarse naufragar en un mar de autocompasión, tuvo una epifanía y decidió automedicarse con un coro góspel. Para ello tiró de redes sociales y allí reclutó a una tropilla diversa con el casi único requisito de tener la misma necesidad de sanar que la promotora del invento.

En ‘How Good It Is’ suenan un órgano Hammond denso y un piano ligero sobre una más que competente percusión, sobre ellos, la voz brillante, frutal y heroica de Jimetta y, por detrás de todo esto y por encima y por debajo y al frente, como una niebla, como un perfume, como un bálsamo (sí, de esto último se trata), el coro de Las Voces de la Creación. Y, sí, el efecto que consigue en el oyente todo esta maquinaria maravillosa es efectivamente el de la curación. Da igual que estés más sana que un perro: te hará mucho bien.

Bien ¿y cuál es la fórmula magistral del fármaco? Pues Jimetta, junto al organista Jack Maeby, que ejerce de codirector, han utilizado un 60% de góspel (si estamos hablando de curar, para eso se inventó la religión, cosa distinta es que funcione), un 20% de soul y el restante 20% se reparte, según las canciones, entre el jazz, el funk y hasta el hip-hop. El resultado es un compuesto tan vibrante y emocional como rico y musicalmente satisfactorio, que recuerda en mucho a propuestas de Kamasi Washington, aunque con un planteamiento más cercano, más ‘cariñoso’ y que tiene, en fin, la extraordinaria virtud de que, cuando acaba la primera escucha (muy pronto, porque el disco dura 31 minutos), es muy muy difícil que no le des al play otra vez, es decir, que te des un homenaje con una segunda dosis.

por El Poleo