Jim Diamond es un guitarrista de blues canadiense residente en Kentucky con una larga y provechosa carrera en los escenarios. Cuenta que sus primeras influencias estaban más de lado de Jimi Hendrix, pero que con la madurez empezó a fijarse más en B.B. King. El año pasado quiso darse un homenaje y reunió bajo su mando a casi todos los músicos que trabajan con él en dos formaciones (la ‘revue’ y Groove Syndicate) y a un buen puñado de amigos, sobre todo procedentes de Nashville. El álbum iba a ir firmado por Jim Diamond & The Groove Syndicate, pero ‘los duendes de la imprenta’ les hicieron una trastada y salió a la calle tal y como está (o así lo cuenta Diamond).
‘Friends & Family’ tiene una excesiva duración y un problema de rodaje (y todo es lo mismo), pero es una experiencia muy muy recomendable para todo buen catador de blues, rhythm and blues y blues-rock. Con todas las canciones -menos una- firmadas por Jim Diamond, que es el guitarrista-estrella, sería inevitable algún tema donde el guitar-hero se luciera a su sazón, lo malo es que precisamente esos temas (‘Better Way’ o ‘Rock’n’Roll All Over Me’), por el tono, la construcción, el ritmo pausado y la excesiva duración, lastran el conjunto, cortan la progresión de la escucha y, además, suenan viejunos. Porque, precisamente, cuanto más esencial es el disco, cuanto más se remite al rhythm and blues original (el tridende de pelotazos con que arranca este ‘Friends & Family’ te deja sentado de culo) más fresco y divertido resulta y más se aprecia a una banda (por cierto, en una grabación en la alternan los músicos entre canciones sin que advirtamos el cambio) que funciona como una locomotora prodigiosa en cuyo runrún da gusto apreciar cada una de las maravillosas piezas que componen su mecanismo.