Celeste

Lo que en otras condiciones hubiera sido un bombazo (¡la nueva Amy Winehouse! ¡como Adele, pero negra, áspera y cool!), se ha quedado o se está quedando, para desgracia de esta chica, en una anécdota de un mercado musical que, sin grandes promos porque no hay giras, famélico, errático y zombi.

Celeste podría haber tenido en 2020 uno de los mejores lanzamientos de soul-pop en años con este magnífico, intenso, equilibrado y espléndido ‘Not Your Muse’, pero su disquera fue retrasando la salida del álbum y encadenando singles, clips, apariciones y colaboraciones hasta casi agotar el filón y, ya sin más pólvora para fuegos de artificio, sacar hace unas semanas el LP (ya en formato digital ‘deluxe’ y malbaratado con 21 cortes).

‘Not Your Muse’ es el primer largo de Celeste, pero ella, naturalmente, no ha surgido de la nada. Fue cantante y compositora en una banda de instituto en Brighton y con 16 años ya llamó la atención de la industria con sus lanzamientos autoproducidos en Soundcloud. Ha colaborado con Avicii y Lili Allen y tenía ya dos EP’s en la calle cuando Polydor la embarcó junto al compositor Jamie Hartman (Calvin Harris, Backstreet Boys, Jennifer Hudson, Kylie Minogue, Cristina Aguilera) en la aventura de este álbum.

‘Not Your Muse’ oscila entre, por un lado, temas orquestados (‘Stop This Flame’, ‘Love Is Back’, ‘The Promise’), aunque con la suficiente moderación y tan buen gusto que aleja el producto de lo que se estila en el ‘erambí’ y donde Celeste se desenvuelve con eficiencia y soltura, y, por otro lado, temas minimalistas (‘Ideal Woman’, ‘Strange’, ‘Not Your Muse’ o ‘Some Goodbyes Come With Hellos’) en los que esta mujer muestra y exhibe lo mejor que tiene: calidez, profundidad, densidad, recursos y un bagaje que excede con mucho las referencias a las dos divas británicas con que empezábamos esta reseña y conecta a Celeste con las mejores voces femeninas de la historia de soul y el rhythm and blues, damas como Nina Simone, Cassandra Wilson o Dee Dee Bridgewater.

por El Poleo