Venga, no me resisto más: Contra es un buen segundo disco, estos neoyorquinos saben lo que quieren, han vuelto a darnos un agradable puñado de canciones y, aunque a veces (White Sky) suenen descaradamente como los hijos del Paul Simon de Graceland y otras sean de lo más anodinamente indies (Taxi Cab, I Think Ur A Contra), otras piezas salvan con nota la entrega: Horchata es una delicia, Holiday es casi un caliyso punky, Cousins –el primer single- es un pelotazo de guitarras punzantes y electrónica orgánica (y un vídeo muy salao) y Giving Up The Sun o Diplomat’s Sonson dos perlas minimalistas encantadoras.
Ya sé que a todo hype se le pide en el primer retorno avances notables, vanguardia, madurez, experimentación y no sé cuántas cosas más (a ver si se estrellan, claro, con esas expectativas), pero, francamente, Contra ni tiene todo eso ni falta que le hace. Vampire Weekend, que sí lograron con su primer disco ocupar su nicho en el mercado, lo que están haciendo ahora es decorarlo a su gusto. Y mola.
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