Hive Mind

Hace cuatro años, con su tercer álbum, ‘Ego Death’, al colectivo The Internet se le cayeron encima un puesto en el Top Ten de la lista americana de R&B (erambí, que decimos por aquí para distinguir ese género pop contemporáneo del verdadero y glorioso rhythm and blues) y una nominación en los Grammy al Best Urban Contemporary Album. Puede que por este lado del Atlántico lo de las listas de venta y lo de los premios esté ya tan devaluado que da hasta risa, pero en el otro lado, donde la gente sigue comprando discos y todo, sí que importa y se ve que quizá los chicos lo manejaron/digirieron de aquella manera y la cosa acabó en disolución (temporal) de la banda o algo parecido.

En 2018, sin el teclista Jameel Bruner, The Internet han vuelto (cada uno de ellos andaba en proyectos personales) con ‘Hive Mind’ (acertado título, como enseguida intentamos explicar) y, a lo que se ve, lo están petando de nuevo y las claves de su éxito (hace cuatro años y ahora) frente a otras propuestas aparentemente similares entendemos que son las siguientes:

Hacen pop. Parece una memez, pero es (muy) importante. En el universo actual de la música afroamericana o estás en el lado de la materia (el hip hop, su modos y sus formas) o en el de la antimateria (los géneros viejunos: blues, soul, funk…). The Internet, debajo de una muy armada costra de capas, samples, loops y cajas de ritmo y con pinta muy muy urban, están haciendo simples (y estupendas) canciones pop. Eso les permite ofrecerse sin complejos (ni de ellos ni de su público) como una tercera vía en la música negra y como continuación de aquel neo-soul que hace una década decayó lamentablemente en música de fondo para intercambio de fluidos.

Son un colectivo (aquí viene lo de la ‘mente de colmena’) y realizan un producto que se siente como colectivo. Hay algo (ya lo había en ‘Ego Death’, aunque más en basto) que unifica y armoniza todo el álbum, que se siente como un continuo, como un esfuerzo global, que va más allá de que las canciones no se perciban aisladas, sino formando parte de un ‘concepto’ (huy), y eso solo surge (o casi siempre surge) cuando hay un compromiso grupal: todos a una, por encima de los egos, aunque las canciones estén firmadas casi todas por Sydney Bennet y Steve Lazy, aunque el disco fuera imposible o fuera otra cosa sin la voz de Syd o sin el prodigioso bajo (muy muy funk) de Patrick Paige.

Es música culta. Y claramente. Aunque en un plato de la balanza estén las bases de hip hop, las cajas de ritmo, las pintas, la actitud y toda una batería de reclamos al barrio, no son otra cosa que una pantalla cool a través de la que nos llega todo el pop, el soul, la bossa y el jazz que tejen la atmósfera que baña todo el disco y que le confieren su verdadero valor. The Internet no hacen música para los guetos de Chicago o Los Ángeles, sino para los campus de Columbia o de Princeton.

Y, bueno, pues claro que ‘Hive Mind’ no es ‘La vida secreta de las plantas’, ni de lejos, pero es lo que hay y, si no está mal, hay que ponerlo en valor, que se dice, y que es también un disco que pincha hacia la mitad y ofrece tres o cuatro temas tan parecidos (y seguidos, además) que bien se podrían haber ahorrado alguno, pero están por otro lado la voz de Syd Bennet (bastante mejor que hace cuatro años, por cierto), la guitarra Steve Lacy y están canciones como ‘Roll (Burbank Funk)’, ‘Come Over’, la del vídeo de ahí debajo o ‘Wanna Be’ que no solo salvan la entrega, sino que la dejan en el notable alto.

por El Poleo