De Nueva York y estrictamente veinteañeros (no pasa ninguno de los tres de los 21 años), después de publicar en otoño un EP (‘Show Me Your Seven Secrets‘, 2015), Sunflower Bean estrenan su primer largo con la tradicional y consabida etiqueta/salvaguardia de ‘estamos buscando nuestro sonido’, y no nos queda otra que reconocer que algo han encontrado.
En el primer disco de Tame Impala había una canción que se llamaba ‘Led Zeppelin’ y en el primer disco de Sunflower Bean hay una canción que se llama ‘Tame Impala’. El asunto (de este forzado círculo virtuoso) no da para rasgarse la camiseta y como mucho llega para media sonrisa, aunque hay que agradecerles a los muchachos que, si sus influencias son las que son y tienen el alcance temporal que tienen, mejor es que no se anden con postureos y con disfraces. Y sí, suenan a Tame Impala y a algo de todo a lo que suena Tame Impala, o sea, de Pink Floyd a Led Zeppelin y de Fleetwood Mac a R.E.M. y a The Cure, aunque quizá entre los tres miembros de Sunflower Bean no se hayan escuchado ni la mitad de la mitad de la discografía de todos estos.
Pero qué más da, si al cabo venimos por música y lo que nos dan estos tres (una chica, dos chicos) es de la buena y es interesante: ‘Human Ceremony’ es un disco breve, ameno, variado, apreciable y sustancioso en el que nada suena a nuevo y nada suena mal. Como tantos, aunque realmente como pocos. Y el reto está -otra vez, para variar- en saber qué hacer ahora además de los tropecientos bolos. Porque, si el EP de hace unos meses era más bien entre post-punk y neo-psych, ahora, entre guitarrazo y guitarrazo, se ponen tontuelos, dream-poppies y cantan en falsete.