El crowfoundig funciona, Hulio, y si no que se lo digan al neozelandés James Milne, centro gravitacional, compositivo y musical de Lawrence Arabia, quien a través de una iniciativa en Kickstarter consiguió 368 patrocinadores y unos 13.600 euros al cambio para poder grabar (y muy bien, por cierto) doce canciones que fue publicando (aquí viene la cosa curiosa) mensualmente durante 2018 y que ahora aparecen reunidos (y por eso el título) en un magnífico álbum.
Milne no es precisamente un novato, está en esto y con la misma marca desde hace unos quince años y, obviamente y por los resultados de este ‘Silgles Club’, habrá que prestar atención a su obra anterior, pero lo que toca es lo de ahora y lo de ahora es excepcional.
Cuando el pop es arte lo es a lo grande y tocando en vertical casi todas las fibras del aficionado atento. El paquete que conforman estas doce canciones es un regalo para el alma y el cuerpo, tiene encanto, densidad, armonía, inteligencia, referencias bien digeridas, voluntad de hacer algo memorable y un manejo excepcional de todos los recursos de los que un artista puede disponer en un proceso moderno de grabación.
Cuenta Milne que lo que le provocó una autoexigencia obsesiva fue precisamente la percepción del cariño y el respaldo de mucha gente querida y admirada (como el mismísimo Van Dyke Parks, que toca además el piano en ‘One Unique Creature’) y que eso le hizo trabajar -y se nota- una y otra vez sobre la estructura y los arreglos de cada canción para hacerlos merecedores de tanta atención.
El trabajo concienzudo se nota y se agradece y es precisamente eso lo que coloca este ‘Singles Club’ a la altura del canon del mejor pop: aquí hay mucho Beach Boys, mucho Beatles, mucho Harry Nilsson y mucho también de sus mejores ‘aprendices’, como Prefab Sprout, Robyn Hitchcock, Paul Weller, Super Furry Animals o incluso Blur o los menos histéricos Oasis. Pero, como decíamos, no solo está en la voluntad de Milne asimilarse a todas esas referencias, sino que se advierte claramente una vocación de integrarlas para dar un paso más allá. Y a fe que lo consigue.