Imagina que tienes hambre, bastante. Imagina que te gustan los pasteles, mucho. Ahora imagina que durante una semana solo puedes comer pasteles. ¿Qué? ¿A que ya no mola tanto el plan? Pues ese es el estado de tu apetito de golosinas musicales cuando vas por la mitad de ‘Hang’ y eso que los Foxygen han hecho un disco cortito. Pero es que son 32 minutos de crema y chocolate y fruta confitada y almendritas, con sus guindas y su todo.

A ver, empiezas bien (muy bien, francamente) con un temazo como ‘Follow the Lider’ (arreglos de Trey Pollard, producción de Matthew E. White, orquesta, coros, Phil Spector sonriendo en su celda, Elton John sacando pecho, Marc Almond con una erección) y sigues bien, muy bien, con ‘Avalon’, a pesar de que ya te están avisando con las referencias al cabaret de que la opereta se acerca. Drama y sobreactuación lastran una buena canción como ‘Mrs. Adams’; en ‘America’ suben a Bowie a un escenario de Broadway y con ‘Oh Lankershin’ dan un respiro al oyente, a pesar de que ha podido imaginar a Bruce Springsteen y otra vez a Elton John sobre el mismo escenario y perseguidos por una furiosa sección de viento. ‘Upon a Hill’ sería una cancioncita encantadora (y con su sha-la-la ¿eh?), si no la interpretase una especie de clon de Meat Loaf empeñado en superarlo en patetismo, cosa que consigue sin duda con el siguiente corte, no en vano titulado ‘Trauma’, que solo es la antesala de la ópera glam que nos llega con el último tema, ‘Rise Up’: dura cinco minutos, pero acabas mirando el reloj.

Dicen Sam France y Jonathan Rado que este es su primer disco de verdad, o sea, que en los otros estaban calentando. A mí me parece que siguen haciendo lo mismo de siempre, el gamberro, solo que con más presupuesto. Y con los gamberros pues te pasa como con los pasteles, que, aunque te gusten, solo puedes tolerarlos un poquito.

por El Poleo