Detrás de una portada que va derecha al salón de la fama de lo espantoso se esconde una de las bandas que probablemente dé más que hablar en este 2012. Se llaman Django Django, son escoceses, viven en Londres, hicieron algo en 2009 y, desde entonces, al parecer, han estado cociendo a fuego lento (y tanto) este disco, si no sorprendente, al menos divertido, sinónimo de gratificante, lo cual es de agradecer, y mucho.
El baterista, McClean, es hermano de otro McClean que fue teclista en una banda tan desaparecida ya, que ahora es objeto de culto (qué cosas): The Beta Band. Y la influencia de aquellos sobre estos se deja notar, así como la de contemporáneos como The Vampire Weekend o clásicos como Talking Heads. El caso es que, con o sin influencias, ‘Django Django‘, de Django Django es un disco interesante, en cierta medida sorprendente con esa mezcla de percusión orgánica, electrónica, cierta evocación psicodélica, guitarra surfera-rockera y aires medio-orientales y africanos, que satisface una primera escucha, invita a una segunda y ya pide un sitio entre lo que será más destacado y destacable de la temporada, por propios méritos o empujones, que ya se verá.