Playlists temáticas

playlists

66 The Brill Building

27/11/2022 Escuela, estilo o sonido Brill Building es una etiqueta que designa un buen montón de canciones pop que se publicaron, triunfaron y trascendieron mundialmente entre finales de los 50 (cuando Elvis se fue a la mili) y la llegada de la British Invasion a los Estados Unidos a mediados de los 60. Era un tipo de música con un objetivo comercial perfectamente definido -los adolescentes en general y las adolescentes en particular-, unas características sónicas muy marcadas -voces femeninas, coros, orquestaciones, desarrollos muy melódicos, ‘muro de sonido’- y un procedimiento de composición casi industrial.
Editores como Don Kirshner (tío segundo de Néstor, presidente de Argentina) contrataban a decenas de compositores, preparaban para ellos oficinas (muchas veces un cubículo con un piano, una mesa y una silla) y les pagaban según productivividad. Naturalmente, de esos lugares salían canciones como churros e incluso existía la posibilidad de acudir allí de compras, como el que va al súper: un cantante y su agente entraban a las 10 de la mañana, escuchaban varias docenas de canciones en distintas oficinas y salían a las 5 de la tarde con lo necesario para un single, un EP o un LP.
De esas ‘fábricas de canciones’ en Nueva York la más famosa era la situada en el Brill Building, en Broadway, la de la editora Aldon Music, y allí trabajaron en sus comienzos Carole King, Neil Sedaka, Bobby Darin, Hal David, Burt Bacharach, Ellie Greewich, Laura Nyro o Neil Diamond.
La lista de hoy trata de honrar a esos compositores y divide las 22 canciones que la integran en dos tramos de 11, como podéis ver en la imagen: en el primer tramo (en negro) tenemos éxitos originales de 11 compositores o parejas de compositores distintas y en el segundo tramo (en azul) versiones recientes o diferentes de cada uno de los artistas del primer tramo.
.

65 It is what is it (rock music 2014-2022)

20/11/2022 Todos los años suelo colaros una lista como la de hoy (también las he hecho de blues o de americana, por cierto), una lista con la que intento /demostrar, dentro de mis posibilidades, que el rock no ha muerto o, al menos, nadie se ha llevado el cadáver de la habitación. Y en la misma /situación están el jazz, el rhythm and blues o tantos otros estilos musicales que lo petaron en el siglo XX.
Lo que le pasa al rock, por un lado, es que, de forma dramática, se ha descolgado en su relevancia a lo largo de los últimos 30 años y ahora está en lugar modesto, pero de ninguna manera eso implica que esa situación no pueda ser bastante cómoda para muchas bandas y estas sigan siendo interesantes para los aficionados; y por otro lado, lo que también le pasa al rock es que la mayoría de los que se proclaman aficionados no son ya otra cosa (y vayan las disculpas por delante a quien se ofenda) que unos nostálgicos de ‘los buenos tiempos’ y sobre todo de sí mismos en esos tiempos, cuando eran jóvenes, entusiastas, ágiles, guapos y delgados y, además y lamentablemente, la mayoría de ellos -es lo que tiene hacerse viejo- ha perdido la curiosidad.
Pues para gente poco curiosa es la lista de hoy: diecisiete canciones de diecisiete bandas distintas, todas en activo a día de hoy (o eso espero) y con una antigüedad máxima de ocho años. Hay en ella nombres conocidos, o más o menos, y nombres de perfectos desconocidos; bandas con -dentro de un orden- muchas escuchas en las plataformas y bandas que sacaron un buen single y siguen esperando volver a ser iluminados; pero todas ellas ofreciendo temas atractivos, sugerentes y eficaces, temas que deberíamos haber encontrado, escuchado y disfrutado ya, si de verdad llevásemos a cabo de forma proactiva, que se dice, nuestra afición por el rock. Y esto es lo que hay.
.

64 Alexis Korner

13/11/2022 A todos nos suenan nombres como los de Brian Jones, Eric Burdon, John Paul Jones, Charlie Watts, Robert Plant o Keith Richards, lo que quizá no nos suene tanto es otro nombre con el que los anteriores tienen mucho que ver, el de Alexis Korner, uno de los pioneros del rhythm and blues británico, quien en algún momento entre finales de los 50 y principios de los 60 tuvo en su banda a todas esas proto-estrellas del rock, bien como invitados, bien como miembros fijos.
Korner tiene dos grandes méritos en su trayectoria de esos años: por un lado, fue el introductor en Reino Unido de grandes nombres del blues eléctrico norteamericano, como Muddy Waters, Sonny Terry o John Lee Hooker (esos mismos que alucinaban con la devoción con que los recibían los jóvenes británicos de la época); y, por otro lado, ejerció a través de sus muchas formaciones, pero especialmente con la Blues Incorporated, junto a otro pionero, Cyril Davies, de protector, maestro y mentor de cuantos jovencitos se le arrimaban diciendo aquello de ‘I Got The Blues’; jovencitos que estaban a punto de tocar el cielo y que, cuando lo hicieron, no siempre estuvieron a la altura de lo recibido, porque, sin el toque y el mimo de Korner, quizá no hubieran existido los Rolling Stones, los Yardbirds, The Animals o Led Zeppelin.
.

63 Jerry Lee Lewis

06/11/2022 ‘The Killer’ es símbolo de los primeros años del rock and roll y todo un icono por sus orígenes muy humildes, una vida llena de excesos, escándalos y resurrecciones. También lo es por ser siempre fiel a su manera de entender la música como una especie de máquina de picar que hacía que todo el material que pasaba por sus manos y su piano acabase adquiriendo su impronta, una mezcla explosiva de rock and roll, rhythm and blues y honky tonk, las tres patas del banco hillbilly sobre el que se sentó y se alzó contra todo y todos durante su larga e intensísima existencia.
La antología de hoy va de eso, de la interpretación que Lewis hacía del material ajeno y para eso he escogido un puñado de canciones que eran éxitos antes de caer en sus manos. Hay temas de Elvis, Chuck Berry, Johnnie Cash, que serían más o menos obvios en su repertorio, pero también de Credence Clearwater Revival, Kris Kristofferson, los Rolling Stones, Ray Charles y hasta de los Drifters.
Que os guste.
PS: Os recomiendo encarecidamente que escuchéis a todo volumen y/o con auriculares la versión que publicó en 1965 de ‘Johnnie Be Good’, porque la sensación de ir a bordo de una locomotora a toda velocidad es impagable, como lo es la totalidad del álbum al que pertenece ‘The Return Of Rock’, que contiene además otras cuantas versiones de Chuck Berry.
.

62 Johnny Mercer

30/10/2022 En la figura de Johnny Mercer (1909-1976) concurren una serie circunstancias que lo hacen único, precisamente en una época plagada de genios de la composición (Irving Berlin, Hoagy Carmichael, George Gershwin, Jerome Kern...).
John Herndon Mercer, de acomodada familia sureña y descendiente de militares famosos, es uno de los pocos letristas que accedió por méritos propios al olimpo de la escritura de canciones y el único poeta (y no propiamente ´músico’) al que Ella Fitzgerald le dedicó un volumen de su ‘Complete Song Book’. Fue cantante en bandas de club y big bands, cofundador y cazatalentos de Capitol Records, amigo y devoto admirador de Louis Armstrong y Bing Crosby, amante de Judy Garland (ella tenía 19, él pasaba de los 30) y, en fin, autor de más de 1500 canciones, 19 veces nominado al Oscar y orgulloso poseedor de cuatro estatuillas.
Para casi todo el mundo, Mercer es el coautor de ‘Moonriver’, aquella melancólica y maravillosa canción que Audrey Hepburn cantaba en ‘Desayuno con diamantes’ y también del tema principal de ‘Días de vino y rosas’, ambas escritas junto a Henry Mancini, pero su pluma también está detrás de decenas y decenas de canciones inmortales a las que aportó una brillantísima escritura, un agradable aroma sureño (ya de pequeño le encantaban los coros góspel) y un fondo de tristeza que lindaba con la fatalidad.
Como ya he hecho otras veces, he tratado de evitar hacer una antología formal y, en lugar de traer las voces de Sinatra, Armstrong, Garland o Fitzgerald, me he inclinado por sacar a Mercer de su zona de confort y ofrecerlo en las voces distintas o más modernas de John Denver, James Taylor, Eric Clapton, Boz Scaggs o Marvin Gaye, incluyendo un par de guiños cinéfilos con Clint Eastwood y Kevin Spacey.

61 For The Rain

23/10/2022 La semana pasada avisaba de que, si este domingo o cualquiera de los siguentes llovía, os iba a poner una playlist con baladas. No sé si en el sitio donde estéis leyendo esto llueve, pero por aquí esta semana ha llovido tanto que han caído putos chuzos de punta.
La noche del pasado martes 18 de octubre, en un instante y de un pavoroso latigazo, nos fue arrebatada a los 46 años Ana Pérez Preciado, mi prima Ana, miembro también de nuestra asociación (la del SubeRock) y amiga de todos cuantos quisieron arrimársele siquiera un poquito.
Ana era alegre, apasionada, inquieta, inquisitiva, voluntariosa, valiente y también, maldita sea, una persona que mereció bastante más de lo que la vida le acabó dando, incluso obviando el terrible y traicionero mordisco final. A cambio de tanto menoscabo también la vida le dio una hija, Blanca, que el otro día entre lágrimas me decía -y tiene 13 años- que su madre está dentro de ella ‘en un cincuenta y uno por ciento’ y que por eso seguirá viva. Una hija así es ciertamente un certificado de eternidad.
Así que para Ana, por Ana, y para vosotros, que me seguís y seguro que me habréis tenido que aguantar más de un domingo, aquí va una apresurada lista que he entresacado de un saco de baladas (hay pop, rock, folk, algo de americana, algo jazzy y un poquito de soul), todas de este 2022 y que tenía amontonadas para írmelas preparando con calma, fingido criterio y algo de pereza.
Pero ni ha podido ser de otra manera ni soy capaz ahora de publicar y comentar otra condenada cosa.
.

60 Punk Blues

16/10/2022 Hijo póstumo del garage sesentero y muchas veces indistinguible de sus actualizaciones contemporáneas (por ahí tengo una playlist para comprobarlo), el llamado punk-blues vino al mundo en los años 90 como forma de superar el agotamiento y la caspa (perdón, perdón mil veces) que iban apoderándose del punk más ortodoxo quince años después de su explosión, y esa superación se hizo por la vía de limpiar el polvo y engrasar las fórmulas musicales básicas haciendo primar la inmediatez y la desnudez, pero cubriéndolo todo del halo aristocrático del blues eléctrico primitivo.
Hay tres nombres-hitos en la historia del género (y dos no salen en la lista de hoy). The John Spencer Blues Explosion, que pasaron en década y media de la gloriosa epifanía a la insignificancia; The White Stripes, cuyo lider supo cambiar de piel a tiempo (y sigue y sigue) antes de agotar una fórmula que es ya un cliché (de los buenos); y The Black Keys, que sufrieron la -llamémosla- ‘maldición de Howlin Wolf’ y fueron engullidos, digeridos y regurgitados en papilla (perdón) cuando, en busca de la pasta, se tiraron de cabeza a la piscina de bolas del ‘mainstream’.
.

59 Loretta Lynn

09/10/2022 El martes de esta semana, 4 de octubre, murió a los 90 años, en Hurricane Mills, Tennessee, la primera y muy muy grande dama del country, Loretta Lynn; y es justo, merecido y necesario que le rindamos tributo en nuestra playlist dominical.
Hija de un minero de carbón (hizo una canción a propósito de eso) y casada a los 15 años (13 quizá), no descubrió sus cualidades musicales hasta los 21, cuando Oliver, su marido y causa de muchos disgustos en la vida de Loretta, quizá para compensarla, le regaló una guitarra.
A partir de su autodescubrimiento como autora e intérprete y superada su etapa paritoria (tuvo seis hijos), empezó a actuar en bares y honky-tonks y a labrarse (con su marido como manager: mejor marido que manager a lo que se ve) una carrera como profesional donde destacó por sus evidentes dones artísticos y también por la temática desgarrada de unas canciones donde se veían retratadas muchas mujeres, esposas y madres de clase obrera de la América de los años 50 y 60.
Loretta Lynn tuvo dos carreras, la suya propia, que se fue apagando en ventas y relevancia a partir de los años 80 del siglo pasado (aunque siguió llenando en sus directos), y la del redescubrimiento por las manos, primero, de Jack White, que le produjo en 2004 ‘Van Lear Rose’, su disco ‘de retorno’, y luego de sus hijos, que grabaron con ella, cuando tenía casi 80 años, un centenar de canciones que han ido desgranando en distintos álbumes en la última década, siendo ‘Still Woman Enough’, del año pasado, su último álbum publicado en vida, el número 40.
.

58 Britpop

25/09/2022 Si tratamos de mirar con objetividad el panorama musical británico de principios de los 90 (por otra parte bastante variado y divertido), puede que hallemos sin demasiado esfuerzo las circunstancias que dieron lugar al surgimiento y explosión del britpop.
La electrónica bailable, vinculada al fenómeno de las ‘rave’ (aquí, ‘cultura del bacalao’) era dueña de las noches y el hip-hop y otras músicas urbanas -digamos- más étnicas eran dueñas de las calles. Entretanto, movimientos vinculados al rock, como el ‘alternative’, el ‘shoegaze’ o ‘madchester’ languidecían o se estaban apagando bruscamente (The Stone Roses) y, si algo de todo eso o parecido triunfaba en las salas y las radios, era el cansino, poco aseado y muy muy yanqui ‘grunge’.
Así que solo hacía falta que apareciera un puñado de grupos con gente blanca y por supuesto británica, más o menos limpia, más o menos guapa y cantando canciones que ‘sonaban a lo de siempre’ (Beatles, Kinks, Who, Bowie, Stones) para que las radios, las revistas, las salas y las disqueras se lanzaran en tromba a apoyar ‘la novedad’.
El britpop no era, pues, otra cosa (y otra vez) que música arraigada, amable y reconocible, interpretada por chicos (y alguna chica) con ‘buena pinta’, esa pinta que tienen o te gustaría que tuvieran tus vecinos, tus compañeros o tus amigos, si, claro, eres blanco/a y de clase media.
No obstante el resultado del britpop y su duración como fenómeno artístico rentable lo salvan con holgura de calificarlo solo como corriente reaccionaria: hubo grandes discos y canciones enormes, aunque con una muy marcada y cargante tendencia por los himnos y también por los plagios y autoplagios; y produjo, quizá por penúltima vez en la historia del rock, una generación de estrellas –los Gallagher, Richard Ashcroft, Jarvis Cocker, Damon Albarn, Brett Anderson– precisamente homologables con los artistas de los 60 y los 70 que quisieron y pudieron emular, lo cual ciertamente tiene un enorme mérito.

.

57 Sonido Torrelaguna

18/09/2022 fue con Belter la compañía discográfica española más importante entre mediados de los años 50 del siglo pasado y el final de los 70. Empezó publicando discos de sellos franceses y difundiendo sus propias ediciones de música española -Sara Montiel fue su primer gran fichaje- además de realizar una encomiable tarea recopilatoria, casi enciclopédica, de gregoriano, flamenco y folclore tradicional. En los años 60 firmó acuerdos con Warner y CBS, lo que le permitió editar en exclusiva, aquí y en Latinoamérica, a grandes estrellas de los catálogos norteamericanos, como Paul Anka, Ray Charles, Frank y Nancy Sinatra, Chuck Berry o Aretha Franklin, entre otros muchos. El catálogo nacional incluía flamenco y copla, por supuesto (Marujita Díaz, Antonio Mairena, Gordito de Triana), pero también a las nuevas estrellas del pop y del rock (Karina, Raphael, Los Pekenikes, Los Ángeles, Los Pasos, María Ostiz, Mari Trini…).
Precisamente para dar lustre sónico a estas nuevas figuras, José Manuel Vidal Zapater, el jefe, tuvo la feliz (y rentable) idea de modernizar los procedimientos de grabación y así homologar la calidad sonora de las producciones de Hispavox con el material que les llegaba de Europa y de los Estados Unidos.
Así nacería el ‘Sonido Torrelaguna’ (por la calle donde estaba la sede de la empresa).
Para alcanzar su visión, Vidal armó un estudio con lo último en tecnología en aquellos años y puso todo en manos de un ingeniero alemán (?) de nombre Mike Llewellyn-Jones y de un productor italiano (de nacimiento al menos) llamado Rafael Trabucchelli. Trabucchelli además aportó al equipo a un compositor argentino de formación clásica para que se encargara de los arreglos y de la dirección de los músicos de sesión: su nombre era Waldo de los Ríos.
Todo lo que siguió es historia (y gloria) de la música en España.
.

56 Art-Rock

11/09/2022 Lleváis escuchando ‘art-rock’ toda la vida quizá sin saberlo, y ahora mismo os cuento por qué.
Resulta que, cuando en los años 90, la etiqueta ‘rock alternativo’ se desparramó como aceite que todo lo pringa, hubo que separar el trigo de la paja y se empezó a clasificar lo presuntamente fetén (Radiohead, Nick Cave, Sonic Youth) de lo más convencional y, claro, una etiqueta con la palabra ‘arte’ fue un imán al que se le pegaron nombres -también fetén- de la década anterior (Kate Bush, Peter Gabriel, The Psychedelic Furs, Simple Minds) y, como tal magnetistmo no había quien lo sujetara, alcanzó, ya cuesta abajo, los 60 y 70, y ahí ya se puso las botas: de esa manera art-rock fueron de Bowie a Roxy Music, de Frank Zappa a Brian Eno y de Tom Waits a Captain Beefheart. O sea, un sindiós.
En el nuevo siglo (será por la lenta pero imparable pérdida de relevancia del rock) las cosas parece que vienen más tranquilitas y la etiqueta de marras suele aparecer vinculada, en clasificaciones solventes, a proyectos musicales, álbumes o canciones que, partiendo de una estructura pop-rock al uso, incorporan elementos considerados cultos, como unas letras con ambición literaria, sonoridades clásicas, jazzísticas, orientales, también ciertas disonancias y unas gotitas de experimentación. Con todo eso se arma un producto no siempre comercial, pero que pretende y suele establecer con oyentes avisados un vínculo de complicidad bastante satisfactorio (otro día entraremos tal vez en la turbiedades de una relación en la que lo que te venden y lo que compras no siempre -o quizá casi nunca- es música).
En la playlist de este domingo he reunido 15 temas de las dos últimas décadas procedentes de otros tantos artistas y bandas del presente o el pasado inmediato que suelen encasillarse en esta distinguida fracción de la oferta cultural (está sí que obligada por propia definición a evolucionar constantemente o a aparentarlo), unos más conocidos que otros y ninguno -salvo quizá Arcade Fire– con fama universal o predicamento global, aunque espero que todos muy interesantes para vosotros.
PS: He querido cerrar con un tema del último disco de David Bowie: un artista que sí que sí convirtió su carrera en un objeto del arte.

.

55 Lamont Dozier

04/09/2022 El pasado 8 de agosto nos quedamos sin ‘El Bach Negro’, el grandísimo cantante y compositor norteamericano Lamont Dozier (más de 1200 canciones acreditadas), alma del sello del alma (Motown) y, con los hermanos Holland, uno de los principales activos de la disquera de Detroit entre 1963 y 1968. Antes de ese periodo lo había intentado como solista, después de esos años el trío se independizó de la discográfica por disputas con Berry Gordy y finalmente Dozier volvió a ser solista y compositor para otros, como Phil Collins, a quien hizo tocar el cielo con ‘Two Hearts’.

Pero volviendo a esos años gloriosos (que es de lo que va la lista de hoy, aunque hay algunas propinas), Dozier con los dos Holland, es la mano detrás de las melodías que hicieron que un estilo de pop afroamericano, el soul, hijo bastardo del góspel (y por ello condenado al infierno, si no, que se lo pregunten a Marvin Gaye) pasara, sin perder sus esencias, a ser música de alcance universal, por encima de razas, tierras y épocas.
La inmensa mayoría de los hits de The Supremes, Martha & The Vandelas, The Four Tops o The Isley Brohers de mediados de los 60 tienen el sello Holland-Dozier-Holland y solo con esos nombres ya saldría una playlist para mojar pan, pero he querido mejor recoger el mayor número de artistas diversos para que podáis comprobar como la fórmula magistral del trío de compositores podía ser interpretada de forma impecable por gente tan distinta como Smokey Robinson o Freda Payne.
.

54 Summer Edition 2022

26/06/2022 Hoy, final de la temporada, toca estrenar la Summer Edition del Poleo, como tantos años, y, claro, ya no habrá nuevas listas hasta septiembre. Lo de hoy he intentado que sea una sesión y creo que no conseguiría el aprobado de mis amigos dj’s por la distribución de sus géneros y cargas y por las prácticamente inexistentes transiciones (Spotify no da en esto para más), pero es lo que hay y creo de todas formas que cubre con su propósito: dos horas de ofertas para bailar en las caben funk, soul, boogaloo, hip-hop, alguna cosita jazzy, ‘oldies’ recauchutadas y ciertos clásicos imprescindibles repartidos en su minutaje.

Que os guste, que la bailéis y que paséis un felicísimo verano que, por cierto y para nosotros, arranca con la XVª edición de SubeRock el próximo viernes.
.

53 Blues-rock 2021-2022

19/06/2022 Esta penúltima lista de la temporada voy a dedicarla a intentar, con vuestro permiso, poner al día vuestras escuchas de un género tradicional que, al menos en España y en lo que respecta a mi generación, es sinónimo de Rock, así con mayúscula.
Sí, estamos hablando de los Allman Brothers, de Canned Heat, de Cream o de Jeff Beck y, claro, también de los Rolling Stones, de Led Zeppelin, Deep Purple o Joe Cocker, nombres icónicos que todo buen aficionado ha venerado hasta el éxtasis, ha subido al olimpo del guitarrazo y ha encerrado en una burbuja dorada e inexpugnable: nunca más habrá grupos ni músicos así.
Pero lo cierto es que los hay, muchos y muy buenos, esperando ser descubiertos y celebrados. Es cierto que ya no vienen bendecidos por el aura mística ni aportan el valor añadido de mostrar el ideal de una vida plena (¡y auténtica!), sino solo una música estupenda, devoción y cariño por los clásicos y una más que evidente -en bastantes casos- voluntad de evolución, aunque sin salirse de madre, obviamente. Y solo por todo esto deberían picar nuestra curiosidad y hacer levantarse nuestras antenas.
Ninguna canción de las 17 que integran la lista de hoy tiene más de tres años, de hecho, dos tercios de ellas han sido publicadas en este 2022 y tenemos ahí de todo: jovenzuelos como Marcus King, cincuentones como los Spoon y venerables veteranísimos como Buddy Guy, que calza 85 palos el tío.
Todos a una, todos estupendos y todos muy vivos.
.

52 Dream Pop

12/06/2022 El otro día me topé con una lista de Pitchfork (epítome del wokismo pijo indieprogre norteamericano, o sea, el espejo donde se mira más de la mitad de la crítica musical del planeta), una lista, digo, de ‘los 30 mejores discos de dream pop’ y efectivamente es una prueba más de que esta gente de Chicago son unos verdaderos artistas en el viejo arte de llevar el agua a su molino, porque lo que abunda en esa relación -que, por otra parte, no está mal- son formaciones indies ‘pata negra’, es decir, gente que seguramente haya deseado el éxito mayoritario, pero que no lo ha conseguido nunca (Low, Galaxie 500, Cocteau Twins, Chromatics, Wild Nothing) y, francamente, no entiendo cómo, si esa gente hace tan buen dream-pop, no han conseguido, al menos en ese género, hacerse universalmente famosa.

He dicho ‘género’, pero mi tesis es que el dream-pop no es un género, sino un modo. Del mismo modo que en la música clásica hay adagios o allegros o andantes y a estos ‘tempos’ nadie los confunde con música coral, música sinfónica u ópera, en el pop o el rock hay géneros y hay modos, y hacer una canción de tempo lento, metiendo muchas capas instrumentales (casi imprescindible una para el punteo de guitarra), jugando con el sinfonismo y la psicodelia y con la reverb en el once, es algo que no es infrecuente encontrar en la discografía de mucha gente muy buena y -además- conocida universalmente desde hará más de 40 años.
Y de eso va la lista de hoy. De cómo Primal Scream, Beck, OMD, The Jesus and Mary Chain, Pixies, The Cure o los Smashing Pumpkins eran indies sin saberlo y además unos maestros en el dream-pop.
Hoy, como no sea agarrados, vais a bailar poco.
.

51 Americana 2022

05/06/2022 El otro día, cerraba la reseña en El Poleo del último y fabuloso disco de Kevin Morby afirmando que este músico de Texas no está solo en su tarea de mantener y renovar la Americana (así con mayúsculas, es una etiqueta donde se han ido englobando los géneros tradicionales norteamericanos, tanto blancos como negros, si bien este ‘paraguas’ pivota sobre el country y sus derivados) e, implícitamente, me encomendaba a demostrarlo (creo que por segunda vez en estos últimos años y a través de una lista de canciones).

Lo bueno de practicar un género tradicional es que tu principal empeño es sumarte a la corriente, ser uno más, y no estás obligado, como en las tendencias musicales más pujantes y comprometidas con el presente y encadenadas al futuro inmediato, a innovar (o intentarlo) y por ello destacar de la competencia. En un género tradicional lo que tienes que hacer es integrarte y, solo si tienes ganas, puedes aportar (a ser posible, sin sacar demasiado los pies del tiesto: Jeff Tweedy sabe algo de este asunto) alguna chispa de novedad o cambio que acabe resolviéndose en evolución.
¿Y cuál es la parte positiva para el músico de someterse a estas ataduras? Pues, como también he dicho hace poco en El Poleo al respecto de Spoon, la ventaja radica en que siempre tienes un ‘hogar’ musical al que volver y desde el que salir al mundo, un hogar calentito donde siempre encontrarás a un público agradecido y cordial y desde el que, si te apetece, puedes salir de vez en cuando a correrte tus aventuras.
En la lista de este domingo no hay ninguna canción que tenga más de un año -de hecho, las más ‘vieja’ es de septiembre de 2021-, he intentado que no haya demasiados sonidos country-viejos y he procurado meter de todo: folk, góspel, soul, honky-tonk, western y hasta un poquito de electrónica, todo sin salirse nadie demasiado de debajo del paraguas; hay artistas consagrados (North Mississippi Allstars, The Cactus Blossoms, Charlie Crockett), artistas que se están consagrando (Valerie June, Margo Price) y otros que empiezan (Tré Burt, Buffalo Nichols); creo que todo es bueno o muy bueno, casi todo tiene una cierta chispa de actualidad y hay mucha gente joven detrás.
O sea, que si hoy no consigo demostrar que la Americana sigue viva, joven y fresca, es que soy torpe como una oveja.
.

50 SPANISH Psychedelic Soul

29/05/2022 La tercera entrega de la serie de listas souleras hace hoy parada en España, concretamente en la España desde finales de los 60 hasta el inicio de los 80. Traducido el periodo a historia política: lo que va de los últimos años del franquismo al primer triunfo del PSOE en unas elecciones generales. A los que tenemos una edad provecta quizá no haya que explicarlo, pero a los más jóvenes quizá haya que decirles, por lo menos, que difícilmente pueda hallarse en nuestra historia musical un periodo más rico, más fecundo y también más loco.
En lo que nos corresponde, valga decir que después de la ‘british invasion’ (que en España desde luego no tuvo la penetración de otros países), vinieron las oleadas psicodélica (de Los Pekenikes a Triana) y la mucho más intensa, fructífera y vertical oleada groove (soul y funk) que, vista hoy, parece haber inundado casi todas las manifestaciones de la música popular de la época, con la casi completa excepción, por cierto, de la música ‘oficial’ de la izquierda (los cantautores), mientras que los artistas ‘oficiales’ del régimen (de Lola Flores a Marián Conde, de Perlita de Huelva a ‘La Terremoto‘) corrían a electrificarse y a ‘ennegrecer’ sus grabaciones.
Bueno, y de eso va la lista de hoy, de cómo la psicodelia y el groove desbordaron enseguida las primeras imitaciones locales y comenzaron a manifestarse a través del pop (Los Bravos), el rock (Los Canarios), las sintonías televisivas y la música incidental (Algueró, Calderón, Santiesteban) hasta alcanzar el flamenco (bastante revuelto ya con la rumba de ‘El Pescaílla’ y Peret) y explotar en las discografías de la inmensa mayoría de sus artistas, dejando como reducto purista el jondo, precisamente a la espera de que Camarón le diera una buena vuelta.
.

49 NEW Psychedelic Soul

22/05/2022 En la segunda entrega dedicada a la fusión entre soul y psicodelia (bueno, a estas alturas estaríamos ya hablando casi de post-soul) os ofrezco hoy 15 temas de artistas que han desarrollado su actividad en los últimos veinte años. Es cierto, como decíamos el otro día, que el soul no ha dejado nunca de evolucionar (e incluso el retro-soul de gente como la desaparecida Sharon Jones tiene sus buenas notas reivindicativas, de la pureza y la calidad, por ejemplo) y muestra de esa evolución son las carreras de Prince o incluso de Lenny Kravitz. Pero el soul hace medio siglo que es residual y a este respecto son incluso más interesantes las producciones del llamado neo-soul de los 90 y principios de este siglo (D’Angelo, Erykah Badu, India.Arie) por lo que tenían de contestación frente a las corrientes dominantes del hip-hop, el ‘erambí’ y los nuevos sonidos urbanos, arropados por los medios y dominantes en el ‘mainstream’ negro.
Los artistas de la lista de hoy no forman parte de un movimiento concreto, pero sí tienen todos un acento ‘soulero’ común y muestran una férrea voluntad de ofrecer una calidad fuera de toda duda. Las canciones de esta selección proceden de muchos de los mejores discos facturados en las últimas dos décadas, discos que en muchos casos pasaron desapercibidos para el gran público y que, sin huir de las querencias generalistas, no hacían a estas sin embargo demasiadas concesiones.
Son, por último, muestras musicales de artistas conscientes de serlo y con un gran bagaje, que casi sin excepción acumulan decenas de miles de horas de escuchas y de práctica e interpretación musical; y que dominan, como grandísimos profesionales que son, todos los recursos de los modernos (y completamente digitalizados) estudios de grabación, demostrando que por supuesto sí que se puede sacar belleza de un montón de cables y cacharritos.
.

49 Psychedelic Soul

15/05/2022 El soul ‘psicodélico’, a finales de los años 60 y principios de los 70, desde los primeros éxitos de Sly Stone o George Clinton hasta la llegada de ofertas más generalistas, como la ‘blaxplotation music’ o la música disco, constituye probablemente el momento más alto en cuanto a creatividad, libertad, diversidad y calidad de oferta que jamás haya alcanzado la música afroamericana. El también llamado ‘rock negro’ daba efectivamente protagonismo a las guitarras eléctricas ‘prestadas’ de la psicodelia blanca con todos sus riffs y sus pedaleras, pero no se quedaba ahí, también metía ritmos latinos, coros, vientos, arreglos para orquesta y hasta los sonidos marcianos de los primeros sintes, para construir edificios sónicos de una altura y una densidad como nunca antes había producido la música de origen africano y probablemente ninguna otra de origen popular. Es cierto que su gran momento fue breve, pero no lo es menos que, fuera de modas y de listas de éxitos, su influyo perduró y se extendió por medio mundo, llegando a Europa e incluso a España; sí, hasta a la España de Franco.
Esta va a ser la primera entrega de una serie de tres listas. En esta de hoy tenéis una selección de temas de los más señalados discos de ‘psicodelia negra’ de los primeros años 70; la semana que viene vamos a rastrear su influjo en artistas del siglo XXI, y la siguiente (si Spotify no me falla) voy a intentar mostraros hasta qué punto la música española de los años 70 recibió ese influjo lisérgico afroamericano (que en algunos casos, por cierto, hizo el camino inverso por el Atlántico), un influjo que se advierte en el pop, el rock, las bandas sonoras y (mucho-mucho) en la rumba gitana.
.

48 Credence C. R. & The Band Covers

08/05/2022 Creedence Clearwater Revival y The Band son dos de las más señeras, reconocidas y reconocibles bandas del folk-rock (o roots-rock) de finales de los 60 y principios de los 70, y en sus biografías tienen notables coincidencias que no conviene pasar por alto, como un origen más bien poco rural, una curva de subida y ascenso similar, una disolución (la primera en ambos casos) casi en los mismos años y por las mismas causas (el ascenso del líder carismático).
Sin embargo, son quizá más notables las diferencias entre ambas formaciones. The Band fueron en su origen un grupo de acompañamiento y de sesión (de Ronnie Hawkins, un cantante de rockabilly, cuando se llamaban The Hawks) y nunca dejaron de serlo (al menos en el caso de Bob Dylan). Credence, en cambio, siempre volaron solos, no dejaron nunca de ser una banda de rock (The Band fue siempre más folkie) y, pasados los años, los de California siguen siendo un icono de la historia de la música, mientras que los de Toronto acumulan -por supuesto sin merecerlo- cada vez más polvo en las estanterías de la memoria.
Bueno, pues para comprobar lo de la memoria y la iconicidad de las canciones de ambas bandas sirve la lista de hoy: quince temas que son versiones de éxitos de ambos grupos y en cuya selección he huido de las emulaciones (no sé si lo he hecho del todo) y he buscado aquellas que ofrecen cierta apreciable diferencia con el original.
Que la disfrutéis.
.

47 One Hit Wonders 2

01/05/2022 Como prometí, aquí os traigo la segunda lista de las llamadas ‘one hit wonders’, en este caso más genuinas y más cercanas al concepto original. Podéis simplemente escuchar la lista y divertiros o, también, mientras lo hacéis y sin mirar, podéis tratar de adivinar los artistas, a ver cuántos conocéis/recordáis (spoiler: serán pocos) o -interesante investigación- diferenciar entre los hits genuinos y los que lo fueron gracias a una película o un anuncio. También podría ser entretenido ‘cazar’ tres o cuatro temas de la lista que se adaptan como un calcetín a alguna tendencia concreta (hay ahí, por ejemplo, réplicas perfectas del sonido Madchester o del brit-pop) o, finalmente, una misión imposible: dar con la fórmula del éxito, esos dos o tres ingredientes mágicos que hacen que un tema ‘se ilumine’ y acabe siendo escuchado por media humanidad.
Bueno, sea como sea, que la disfrutéis.
.

46 One Hit Wonders 1

24/04/2022 Todo playlistero de postín tiene que tener su lista de ‘One Hit Wonders’ y yo, con vuestro permiso, voy a tener dos. La típica, la de ‘Ay ¿quiénes eran estos?’, os la pongo la semana que viene; la menos típica (o la de la polémica contra los números) es la que toca hoy, para abrir el trimestre de primavera-verano por todo lo alto.
Todos los artistas de esta lista, con canciones entre 1963 y 2003, son conocidos o muy conocidos, sin embargo y realmente, solo una vez en sus carreras -algunas de décadas, como Buzzcocks o Jet-, tuvieron un éxito masivo, global, planetario. El resto de sus trayectorias (algunas muy dignas: Living Colour, The Farm) o no lograron renovar el pepinazo o se pueden entender como un intento alargado -y quizá lamentable- de repetirlo, siendo esta última razón la causa del rápido declive de muchos de estos artistas. Tengo que decir además que, por razones de espacio (o de tiempo: son 9 minutos), no he incluido el caso más paradigmático, que es el de Don McLean y su ‘American Pie’, una canción de la que se habrán hecho hasta tesis doctorales y que sin duda fue la gloria y el infierno de su autor.
Ya digo que la lista es posible causa de polémica y que algunos hasta os escandalicéis al ver ‘ese grupo’ ahí metido, pero lo cierto es que, con los números en la mano (el cómputo de reproducciones de Spotify no es mala fuente, pero hay otras), poca cosa se puede discutir.
No obstante, que la disfrutéis y la discutáis.

.

45 Give A Little Bit

03/04/2022 En cuanto le metáis el oído a la lista de hoy -versiones de Supertramp- vais a notar que repito canciones (4) y la razón de ello (además de la consabida obligación de llegar a la hora de minutaje) es que no hay o no encuentro ni muchas ni buenas versiones de un cancionero ciertamente conocido casi universalmente, al menos en una época, los 70, y por un sector de edad que ahora anda por los 55-65 años.
Esta carencia, que a mí me parece bien bien gorda en el mundo-cover, me sorprende y trato de explicarla por las tres razones siguientes:
(1) Porque Supertramp (como Yes, Kansas, la E.L.O., Emerson, Like & Palmer o Alan Parsons) representan una época y un estilo musicales -progresismo y sinfonismo- sobre cuya negación, incluso virulenta, se reconstruyó el rock volviendo a la furia elemental del punk y el punk y derivados siguen molando y con lo que rompió no queremos cuentas.
(2) Porque tiene un estilo tan característico que, si quien hace la versión se lleva el tema a su terreno, hace casi irreconocible el original y, si se acerca mucho, fracasa escandalosamente, porque nadie hace los temas de Supertramp como Supertramp (y esto no es ninguna bobada: hay canciones de muchos artistas que suenan mejor en otras voces y solo me tengo que remitir a la lista de Townes Van Zandt de hace unas semanas).
(y 3) Porque de todas las bandas que he citado arriba es quizá Supertramp la que puede dar más repelús a oyentes que no vivieron el momento cumbre de los londinenses. La voz chillona de Roger Hodgson, esos coros tan afectados, la pedantería de algunos arreglos o la solemnidad de ciertos mensajes son muy difíciles de reciclar para los nacidos después de aquella época. Y, claro, si ni te quieres acercar al original, para qué demonios sirve una versión.
Bueno, espero que al menos estas versiones no os den repelús y las disfrutéis.

.

44 Motown: 1968-1969

27/03/2022 Todos sabemos que el catálogo de Motown es prácticamente inabarcable, salvo quizá para adictos y devotos de mente y corazón. Sin embargo hay diversas formas de explorarlo de manera amena, dejando aparte los LP’s, que, en el caso de este sello -tan prolífico en la edición de singles- y especialmente en los 60, no eran en muchos casos sino colecciones (álbums) de material ya editado. Una de las maneras más satisfactorias (y que os recomiendo) es metiéndole mano a la serie ‘A Cellarful of Motown!’, una colección de ocho CD’s en cuatro entregas que recoge una muy jugosa repesca de rarezas, descartes y versiones de los artistas de la disquera que, por unas razones u otras, no vieron la luz en su momento.
La otra forma de hacerlo es la que traigo hoy (y ya aviso de que es tarea como para un confinamiento o una jubilación), la de ‘The Complete Motown Singles’, una colección de cerca de 75 CD’s en 14 entregas que abarca en teoría todos los ‘7 pulgadas’ editados por la firma entre 1959 y 1972, o sea, el paraíso o una cadena perpetua, dependiendo de los gustos y la actitud de quien se acerque al tocho.
En el caso de la lista de hoy, le he metido mano a las colecciones de 1968 y 1969 y he tratado de extraer de ahí lo más ‘negro’ e intenso. Y digo ‘lo más negro’ porque es bien sabido que Motown basaba su éxito, entre otras cosas, en ‘aclarar’ la música de los afromericanos para el gusto de los blancos e incluso ‘aclarar’ a los mismos artistas. De hecho, si os fijáis en las colecciones de estos años en concreto, veréis como se repiten los lanzamientos de artistas ‘formalitos y guapos’ como Diana Ross, Marvin Gaye, Stevie Wonder o Tammy Terrel, dejando de lado a otros menos asimilables por el gusto de la raza dominante.
.

43 Townes Van Zandt

20/03/2022 Townes Van Zandt fue un cantante de country y folk texano a quien su prematura y repentina muerte (a los 53 años en 1997) lo hizo más famoso que la vida, porque cuando ‘pasó para allá’, como dicen los norteamericanos, comenzó a ser nombrado como una influencia indispensable para muchos artistas, entre los que merece la pena nombrar a Steve Earle, a su malogrado hijo Justin Townes Earle (que hasta se cambió el nombre), a los Cowboy Junkies, a la mitad de la nómina del llamado alt-country y hasta a nuestro Nacho Vegas.
Es la frase de Steve Earle al respecto de Van Zandt la que más se recuerda, por su polémico mensaje (“Townes Van Zandt es el mejor escritor de canciones del mundo, y me plantaré sobre la mesa de café de Bob Dylan con mis botas de vaquero para decirlo”) y, tenga o no razón Earle, lo cierto es que son muchos los artistas ‘vaqueros’ que interpretaron la canciones de Townes y triunfaron con ellas, como Willie Nelson, Emmylou Harris, Mickey Newbury o Merle Haggard.
Townes Van Zandt es un compositor e intérprete más bien melancólico, no obstante, en la playlist de hoy he intentado ofrecer la cara más alegre (no diré luminosa) de su mayúscula trayectoria y he incluido al final una sentida versión suya de un tema que a todos seguro que os suena.
.

42 Eddie Piller`s British Mod Sounds

13/03/2022 Eddie Piller (Essex, R.U. 1962) es un ‘activista’ musical británico que ha tenido un papel muy importante en la carrera de bandas y artistas como The Jam, James Taylor Quartet, Brand New Heavies o Jamiroquai, bien a través de su sello Acid Jazz, bien a través de los clubs que ha dirigido o bien desde de sus programas de radio.
Su pasión por el mod y todo lo relacionado con el ‘swinging London’ de los 60 le viene de casta, pues su madre fue la directora del club de fans de los Small Faces y a ese ambiente y supongo que a su señora madre ha querido dedicar Piller una magna antología (100 canciones, algunas rescatadas de las catacumbas disqueras) del mod británico que se llama ‘British Mod Sounds of the 1960s’.
El set de cuatro CD’s o seis vinilos está a la venta desde unas 30 libras (aunque hay otras configuraciones bastante más caras, por ejemplo, una con vinilos transparentes y firmada por Eddie) y, claro, como suele suceder, enseguida la colección ha sido replicada en varias playlists de Spotify. Pues bien, de una de estas réplicas me he permitido hacer un digesto de una hora (han entrado 24 canciones: qué concisión la de aquellos años) con lo más ‘garagero’ y quizá menos conocido, como para que nos demos cuenta de cuánto queda por descubrir (para quien tenga interés) de aquellos años prodigiosos en la pujante capital británica.
.

41 Chamber Folk

06/03/2022 Es muy curioso lo que ha pasado con la etiqueta ‘folk’: eso que en los años sesenta y setenta significaba pureza, esencialidad, fidelidad a las raíces y compromiso (aunque casi todo era una nube de trolas) pasó a partir de los ochenta (la década-lija) a ser sinónimo de caspa y postureo ridículo; hasta el punto de que cuando llegó el revival folk de los 2000 hubo que meterlo debajo del paraguas ‘indie’ (ignífugo, por cierto), que todo lo aguanta.
En pocas palabras (y aunque la primera canción de la lista lo desmienta), el ‘folk’ no fue sino una reacción purista de los músicos blancos (norteamericanos y europeos) contra la ola de sonidos africanos (del rhythm and blues a la disco music) que anegó las radios y las listas de éxitos populares a partir de los años cincuenta del siglo pasado. Músicos blancos, además, de extracción burguesa y educación universitaria, que, bajo distintos atuendos y disfraces, no estaban sino resistiendo al invasor y poniendo en valor un patrimonio cultural que sentían seriamente amenazado.
El caso es que el resultado (en general y visto por arriba) no estuvo mal, ni entonces (Cat Stevens, Françoise Hardy, Jim Croce, Al Stewart) ni ya en este siglo (Sufjan Stevens, Fleet Foxes) y el folk, o el folk de cámara, folk culto, falso folk, folk pijo o como queráis, nos ha dado y nos da canciones extraordinarias que siguen transmitiendo claridad, limpieza o inocencia -aunque surjan de complejos laboratorios sónicos- y consiguen confortar casi extrañamente nuestras mentes, atribuladas o tan frescas.
Así que aquí tenéis dieciséis canciones que más o menos definen esta etiqueta/tendencia y entre las que he querido entreverar tres enormísimos ejemplos de lo que significó esta corriente en la España de los primeros años 70.
.

40 The Modfather

27/02/2022 Esta década que estamos empezando a trompicones, virus, bombas y desgracias será la sexta en la que el artista británico Paul Weller desarrolle una carrera a todas luces excepcional. En un mundo en que un chaval de veintipocos ya se piensa Paul McCartney cuando publica su segundo disco, la trayectoria de Weller debería aparecérsenos como una cordillera infranqueable.
Empezó con una de las mejores bandas de finales de los setenta, The Jam; no solo de las mejores por sus producciones concretas, sino también (y mucho) por su rápida evolución, por incorporar elementos ajenos al punk y al rock precisamente en aquellos años y por marcar el camino a la inminente ‘new wave’. Siguió con The Style Council, un dúo con Mick Talbot no siempre bien avenido, pero que sembró de calidad y clase una década un tanto ‘desorientada’ en lo musical como fueron los ochenta.
A principios de los noventa se sintió los suficientemente valiente como para intentar la aventura en solitario y ahí lleva desde entonces, 30 años y más de veinte discos entre los de estudio, las recopilaciones, los directos, la música para el cine y otras aventuras, como la de la penúltima entrega, ‘An Orchestrated Songbook’, con la orquesta sinfónica de la BBC.
En lo personal tengo que decir que Weller es un artista que me ha acompañado siempre a lo largo de mi vida, desde que descubrí a The Jam cuando era un pipiolo hasta los últimos discos de Weller en solitario, cuando ya los dos peinamos canas, pasando por toda la música (hasta la menos buena) de Style Council; un artista al que he visto en directo dos veces y que es absolutamente un valor seguro para mí, para refugiarme en él, para que me acompañe y, todavía a estas alturas de la película, para que me descubra cosas.
.

39 Texas

20/02/2022 Esta semana publicábamos en ‘El poleo’ una reseña del último y magnífico disco del grupo tejano Spoon, que lleva más de 25 años en la carretera con 11 LP’S, todos buenos y todos fieles a un mismo concepto musical, sin apenas concesiones a modas y tendencias más o menos momentáneas (esas que resuelven en bandazos incomprensibles para la afición de una banda) y decíamos que buena parte de la explicación de la sólida trayectoria de los de Austin está fundamentada precisamente por su procedencia y su pertenencia a la escena musical de la capital del estado de la estrella solitaria, una escena a la que calificábamos como más que eso, como casi un hogar del que salir y al que volver.
En general, el panorama del rock en el estado de Texas apenas ha cambiado en los últimos 40 años: son producciones dirigidas a un público adulto, blanco y musicalmente conservador (eso que por siglas es A.O.R.) hechas por músicos perfectamente conscientes de su cada vez menor alcance y trascendencia (te puedes ir olvidando de que te escuchen los que están por debajo de 30-35 años) y que han optado por el enroque y la insistencia en lo que mejor saben hacer, mejor se les valora y, en algunos casos (Spoon), te permite vivir más o menos bien de un trabajo artístico.
Así que aquí tenéis 17 ejemplos de los últimos 15 años de bandas y solistas tejanos (la mayoría de la capital) que pertenecen a la misma escena que Spoon. Unos ciertamente conocidos para nosotros (Kelly Willis, The Ugly Beats, White Denim) y otros perfectamente desconocidos, pero todos interesantes, todos con grandísima calidad y todos fieles a ese ‘diseño de producto’ al que nos referimos.
.

38 Punk didn’t die (in the eighties)

13/02/2022 Solemos pensar en el punk como un movimiento furioso y breve (evidentemente, con un enorme influjo posterior) que se agotó por auto-consunción en unos pocos años y solemos pensar que los artistas que fueron punks pasaron todos a ser after-punks y de ahí a la nueva ola, el tecnopop, los nuevos románticos, el rock alternativo y hasta madchester, pero lo cierto es que durante toda la década de los 80 el punk siguió latiendo (bien es cierto que con un alcance muy limitado y con bolos litúrgicos casi solo en garitos) y produciendo discos y canciones de muy buena calidad que los fieles de la furia devoraban con fruición.
La lista de hoy recoge 20 canciones de saña y distorsión -no es para todos los cuerpos- de 20 bandas (unas muy conocidas, otras menos, unas que evolucionaron o ya lo estaban haciendo, otras que no se movían del sitio ni pensaban hacerlo) que poblaron de guitarrazos casi de forma subterránea -como tiene que ser, dirán algunos- y por ello heroica una década por otra parte bastante delirante; y como el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio (o eso creemos), hoy toda esta lista se puede disfrutar sin mayor problema, mientras que una con los éxitos más señeros de los ochenta sería poco menos que infumable.
Así que preparad espacio en el salón, el pasillo o la cocina y subid el volumen, que esta mañana de domingo toca pogo ochentero.
Aviso: la selección va a más, así que no os os quejéis de que al principio viene la cosa suave e intentad aguantar el ritmo la horita entera.
.

37 Glam Rock

6/02/2022 Entre las variadas estéticas -y éticas causantes o consecuentes- de los intérpretes de rock, abrumadoramente masculinos, a principios de los años setenta, predominaba de forma absoluta -y no es raro encontrar algo muy parecido todavía hoy- la de artistas como Robert Plant, Ian Gillan, Paul Rodgers, Rod Stewart o Steven Tyler, auténticos machos alfa y dioses del escenario ungidos de testosterona, elevados a estandartes de una masculinidad -solo nueva en el cascarón- que triunfó durante muchos años y fue venerada por ellas e imitada por ellos a lo largo y ancho de Occidente. Frente a esa estética hubo, claro, otras muchas, como la del punk que empezaba o la de los afroamericanos, que fue del look funk al look disco, pero entre todas ellas solo hubo una corriente que se enfrentara ética y estéticamente a la del hard rock/rock progresivo y esa corriente fue el glam.
En el glam(our) rock encontramos nombres icónicos como los de David Bowie, Marc Bolan, Gary Glitter, Lou Reed, Alice Cooper, Roxy Music, The New York Dolls, Slade y, por supuesto, Queen; nombres y carreras mucho más convergentes de lo que uno puede imaginar a primera vista y que en los primeros cinco años de la década de 1970 grabaron algunos de los mejores discos de la historia de la música moderna y le dieron la vuelta como a un calcetín a la estética del rock sobre un escenario: trajes ajustados, pelucones, maquillaje casi de circo, boas de plumas, androginia, desafiante afeminamiento, voces atipladas, music hall, opereta, cabaret y un aire de controlada y desafiante decadencia que hacía muecas burlonas a la sobriedad cuartelera del rock más convencional.
El glam duró lo que tiene que durar una corriente estética en el mundo del espectáculo, cuatro o cinco temporadas, y sus figuras corrieron la diversa suerte que va de la deificación (Bowie, Mercury) al olvido (Glitter, Cooper), también como suele/tiene que pasar; y la playlist de hoy os trae alguna de las canciones de sus mejores discos.
.

36 Sonido Filadelfia

23/01/2022 Si el universo del soul tuviera uno alternativo en el de la repostería, los productos de Detroit o de Memphis serían deliciosas pastas de chocolate mientras que Filadelfia nos ofrecería contundentes delicias de hojaldre cubiertas y rellenas de nata o crema pastelera.

En el panorama musical de principios de los años setenta donde casi todo se estaba dejando resbalar por la cuesta abajo de la desmesura (la psicodelia, el rock progresivo, el glam, el sinfónico, el art-pop..) no era tampoco extraño que un sello, PIR (Philadelfia International Records), fundado por Kenny Gamble y Leon Huff y con el ingeniero Joe Tarsia en los fogones, decidiera empezar la casa por el tejado y que prácticamente su primer contrato fuera para una orquesta de treinta miembros, la MFSB (“Mother Father Sister Brother”), constituida en sala de máquinas y concepto e imagen de marca. Las rígidas directrices estilísticas de Gamble (y su afilada manera de hacer negocios) y la necesaria participación de la MFSB en las grabaciones, daban muy poco margen a los artistas de la disquera para tratar de personalizar sus canciones y hasta su imagen, por lo que la mayoría de ellos optó por sumergirse dócilmente en la factoría sónica de PIR y por eso también son muy pocos los nombres de la lista de hoy que os sonarán tanto como los de (estas sí) estrellas de Motown o Stax, de los que sin problema podríais recitar una docena.
El Sonido Fladelfia o ‘Philly Sound’ o ‘Philly Soul’, antecedente directo de la música disco, basaba su identidad en arreglos orientados a orquestaciones majestuosas que metían vientos, cuerdas y coros como si los fueran a prohibir, y ofrecía también una temática y una interpretación apasionadas y viscerales (casi autoparódicas a nuestros ojos) de canciones con letras de asunto amoroso, entendido este como causa y consecuencia de todo el bien y todo el mal de este mundo.
.

35 Neo-psicodelia

16/01/2022 El término neo-psicodelia aplicado a bandas de los 90 y los 2000 como Flaming Lips, Mercury Rev o Animal Colective bien debería haberse llamado neo-neo-psicodelia, porque a finales de los 70 y durante los ochenta formaciones como Echo & The Bunnymen, The Soft Boys o incluso Siouxie & The Banshees hicieron notables incursiones en los dominios de los sonidos ‘raros’ y exóticos. Lo que pasa mayormente en los 90 es que, donde ya no había una escena psicodélica, la industria sí vio un nicho psicodélico, sobre todo en la programación de los grandes festivales que empezaron o resurgieron en esos años y, si en principio composiciones vaporosas -Mercury Rev-, orquestaciones épicas -Flaming Lips- o emulaciones de los primeros Pink Floys -Tame Impala- podían haber tenido problemas para gustar al gran público por sí mismas, flanqueadas y arropadas por otros sonidos más digeribles -por ejemplo el brit pop- podían ser consumidas por la masa sin problema.
Y esta es la gran paradoja y el gran triunfo de la neo-psicodelia, que, emulando sonidos de grupos normalmente minoritarios y de vida muy corta -sagradas excepciones son The Beatles, The Beach Boys o los ya citados Pink Floyd, por supuesto-, o sea, tirando muchas veces de papel de calca, estas bandas consiguieron lo que la mayoría de las primeras psicodélicas de los 60 (The Seeds, The Mojo Men, The Barbarians) ni rozaron: llenar estadios, vender millones de discos, salir en la tele y/o las revistas y hacerse ricos y famosos.
.

34 Comin’ Home Baby

09/01/2022 Finiquitada la Navidad, repartidos y recibidos los regalos de los Reyes Magos, mañana la mayoría de nosotros empieza realmente el año, con el frío, la cuesta de enero y la curva ascendente del bicho, algo debilitado, pero igual de puñetero. Como no puedo hacer para animaros a los 367 que seguís (¡gracias!) esta lista mutante otra cosa que poneros música, voy a poneros música y en esta ocasión volveré a jugar sobre seguro ofreciéndoos una horita con mucho ritmo y mucha clase: una mezcla que espero sexy y euforizante de jazz, groove, soul, boogie, rhythm and blues y ritmos caribeños (a veces casi todo junto) de la mano de maestros y maestras como Buddy Rich, Della Reese, Georgie Fame, Nina Simone, Johnny ‘Guitar’ Watson, Dizzie Gillespie o Freddie Hubbard.

.

33 Christmas Special

19/12/2021 Creo que nunca (al menos no lo recuerdo) he hecho una playlist navideña, así supongo que es hora de hacer una. No soy ni mucho menos un fan de la Navidad, pero tampoco soy un ‘grinch’ y, aunque es verdad que me repelen los villancicos que en estos días, incansables y cansinos, pueblan nuestros oídos en cuanto salimos a la calle, no es menos cierto que algunas piezas navideñas del cancionero norteamericano son verdaderas maravillas (y siguen siendo los ‘jingles’ más usados en publicidad) y, de entre ellas, casi siempre recordamos las que fueron interpretadas por Frank Sinatra.
Así que he dedicado la lista a esos temas, pero he querido darles una vueltita: si escribís en la búsqueda de Spotify ‘Christmas Sinatra’ o ‘Sinatra Navidad’, aparece una playlist con más de 120.000 seguidores. Pues bien, me he puesto con ella, he ido canción por canción buscando otras versiones distintas a las de ‘ol’ blue eyes’, he elegido las que más me han gustado y aquí os las ofrezco para vuestro goce o vuestro repudio. Hay de todo, desde Barbra Streissand a Harry Belafonte y de Seth MacFarlane a Johny Cash pasando por Mahalia Jackson. Y, naturalmente, la última canción, ‘Wathever Happened To Christmas’, se la he reservado a Frankie.
.

32 She’s Rock

12/12/2021 Después del obvio parón por la edición invernal de SubeRock y antes del (otro) parón navideño, aquí llega otra entrega de la playlist del Poleo, hoy dedicada exclusivamente a artistas femeninas (muy) contemporáneas en la órbita del rock.
Si bien en otros géneros como pop, el r’n’b (moderno) o la electrónica el sesgo de género no resulta demasiado evidente, hay otros, como el hip hop, el country o el rock donde la testosterona sigue pesando como una piedra al cuello de público y crítica y es raro (muy raro) que entre los artistas más destacados de cada uno de esos palos a final de cada año encontremos suficientes nombres de mujer.
No estoy hablando de ninguna manera de la necesidad de implantar una cuota (nada menos igualitario en mi opinión), sino simplemente hacer algún esfuerzo -esta lista trata de ser un ejemplo- para mostrar a la audiencia la cantidad y calidad de propuestas que llegan de manos de mujeres.
Así que aquí tenéis una hora con dieciséis canciones de dieciséis artistas femeninas que espero que os gusten, os convenzan y, especialmente, os muevan a seguir buscando calidad detrás de nombres de mujer, porque la hay a paladas. Es más: yo diría que me costaría bastante más tiempo hacer una lista masculina con canciones de esta calidad y que cumplan, como estas, con el requisito de no tener más de cinco años.
.

31 Afrolatin Grooves

28/11/2021 Hace unos días salía en La 2 el pianista James Rhodes perdonándoles la vida a unos jóvenes (los jóvenes) españoles por disfrutar del reguetón como si, en lugar de por un dudoso gusto musical, tuvieran que disculparse por tener palominos en la ropa interior. Un par de días después, el aguerrido crítico musical Víctor Lenore publicaba un artículo en Vozpopuli perdonando a su vez la vida a Rhodes por pijo, cultureta y colonialista, argumentando en defensa de ‘la grandeza del reguetón’ (madre del amor hermoso, acógeme) que este es un género de gente pobre (tan pobres que solo son dueños de sus cuerpos perreadores), que el reguetón no es (y antes al contrario) un producto musical que discrimine a las mujeres (claro, solo hay que ver entre los diez artistas más escuchados de la cosa cuántas mujeres hay) y que (agarraos) Daddy Yankee es a esta generación (caribeña tirando a global) lo que fue Bob Dylan para la de los años 60.
Dejo de lado lo de Dylan y el asunto femenino, porque son razones que se autodestruyen de su misma ridícula inconsistencia, y me voy a detener un momento en lo de pobres (y aquí viene la playlist de hoy, mil disculpas por la previa). Según el argumento de Lenore, unos tales Tito Puente, Frankie Nieves, Ray Barreto, Willie Bobo, Bobby Marín, Joe Bataan o Joey Pastrana -a los que traemos hoy a nuestra cita dominical- hacían la música que podéis disfrutar (y bailar con esos cuerpos de vuestra propiedad), una música con una calidad muy por encima del estándar comercial de su tiempo, porque ellos, claro, no debían de ser pobres inmigrantes hispanos en los Estados Unidos de los años 50 del siglo pasado; a lo que se ve y podéis escuchar en la lista de hoy, debían de ser ricos, riquísimos, vivir en las mejores zonas de Nueva York o Miami, veranear en Matha’s Vineyard, tener todos dos o tres títulos de las universidades de la Ivy League y, sobre piedra con un cincel de oro, tenían trazado un futuro brillante y maravilloso.
Y es que, además, lo más jugoso del argumentario lenorino es la disculpa implícita: el reguetón es como es (un producto musical peleado permanentemente con la excelencia y que te vacuna concienzudamente contra la curiosidad) porque lo hace gente pobre, y la pobre gente pobre no da para más.
.

30 Glória

21/11/2021 ‘Gloria’ (Pedro Lopes para Netflix) es una notable miniserie portuguesa -la primera lusa en la plataforma- ambientada en los años 60, en plena guerra fría, y cuya acción transcurre en una estación de onda corta instalada por la CIA en un pueblo (Glória) de la región de Ribatejo donde se han infiltrado agentes soviéticos. Fiel cumplidora del ‘Netflix standard’, está estupendamente realizada, escrita (con algún pero la causalidad de algunos sucesos y en ese ‘enigmático’ final) e interpretada por un extraordinario elenco, en su mayoría portugués, donde brilla su magnético protagonista Miguel Nunes (hola, Bárbara Broccoli ¿sigues buscando un Bond?).
Y ‘Glória’ viene este domingo a la playlist del Poleo por su banda sonora, donde se amontona un puñado también glorioso de temas sesenteros, garageros, souleros y ‘sexy-vintage’ que le dan a una producción donde se fuma y se bebe casi más que en ‘Mad Men’ la exacta pátina de intensidad, vehemencia, pasión y misterio.
.

29 Piano rock

14/11/2021 ‘Piano rock’ es una etiqueta muy bien empleada en los años 50 y 60 para artistas como Fats Domino, Jerry Lee Lewis o Little Richard y que fue aplicada con posterioridad -y quizá menos acierto- a composiciones e interpretaciones más bien pop y que tiraban de recursos del jazz y la música clásica de, por ejemplo, The Beatles, Carole King o Billy Joel. Gracias sobre todo al talento y el carisma de Elton John, las canciones al piano se convirtieron a partir de los años 70 (con un sintomático fundido a negro en los 80) en un estándar al que recurrían músicos de muy diverso pelaje (de Queen a Radiohead y de Supertramp a Fito Páez pasando por Muse) para expresarse y también para desempeñarse en una disciplina -el piano, rey de los instrumentos- que les aportaba una pátina culta, romántica y bohemia, o sea, clase, eso que se tiene o no se tiene y que no se puede fingir.
En la lista de hoy he tratado de hacer un recorrido por el piano rock primero a través de los años (de 1970 a 2017, si Spotify no me engaña) y después -que es como está ordenada, más o menos- de la simplicidad (pocos instrumentos) a la complejidad/densidad (más instrumentos, capas, arreglos…) y creo que me ha salido una buena horita.
.

28 Madchester

7/11/2021 En Manchester, en el brumoso norte de Inglaterra, a finales de los 80 ocurrió un milagro musical que, literalmente y como afirmó en su día el diario The Guardian, ‘salvó la década de los 80 de la ignominia’.
Ese milagro fue el movimiento llamado ‘Madchester’ (aquí, que no pillamos los juegos de palabras en inglés, fue ‘sonido Manchester’): una fiesta sonora creada a partir de la colisión entre el funky, el house, el pop y remembranzas ‘garageras’, regado todo con un ‘topping’ de MDMA y tan breve -apenas dos años en la cumbre- como intensa e influyente. Así, se puede decir que todo el ‘britpop’ es hijo póstumo de ‘Madchester’ y que, sin ‘Madchester’ no se entienden el posterior dance-rock (Beck, The Dandy Warhols, TV On The Radio) ni la electrónica más bailonga (Fatboy Slim, Basement Jaxx, Propellerheads) y que a la postre fue responsable en buena medida de que los 90 fueran bastante más divertidos que los 80.
La lista de hoy pretende ser un ‘grandes éxitos’ de ese carismático ‘sonido Manchester’ y además está ordenada por popularidad (en Spotify) de más a menos, con lo cual algunos aficionados y devotos puede que se lleven una sorpresa.
Finalmente me pongo la tirita antes del zarpazo y efectivamente defiendo la inclusión en esta lista de bandas que no estaban en Manchester en aquel ‘segundo verano del amor’ (Primal Scream o Blur) y que están aquí porque se incorporaron a la ola tan pronto que no pueden ser considerados como influidos y porque tampoco es que nosotros fuéramos mucho por The Haçienda en 1987 y casi 35 años después estemos como en condiciones de andar diciendo tú sí, tú no, so impostor.

.

27 Melodies without pity

31/10/21 Hoy hay poco guitarrazo en esta playlist, así que vaya este aviso por delante para que vayáis buscando territorios más arriscados los que vengáis buscando sensaciones fuertes. Esta playlist, de hecho, cuando pase al repositorio (o sea, aquí mismo), se titulará ‘Melodies without Pity’ (un guiño al tema incluido de Gene Pitney), porque de melodías va y hasta se reboza en ellas como una cachorrita.
Melodías eran el mato gordo de la música (más) popular durante buena parte del siglo XX y melodías es lo que tu abuela echaría escandalosamente de menos si se asomara a cualquier lista de canciones más escuchadas de los últimos 30 o 40 años. Por qué nos hemos (o nos han) vuelto tan áridos y sincopáticos en nuestros gustos da (y sin duda habrá dado) para tesis doctoral, pero ese análisis no tiene obviamente cabida en este comentario.
Así que, si tenéis ánimo para suavidades acústicas en las que se agazapan sentimientos desgarrados (ojocuidao con ‘Since I Fell for You’, en versión original y la famosísima de Lenny Welch), daos, en esta mañana de lluvia, mirando por la ventana cómo el otoño nos ha estallado en las narices, daos, digo, el gusto de dejaros llevar por la armonía y arrastrar por la melancolía.
Que la disfrutéis.

 

26 New Wave II

24/10/21 Avisados estabais. Hoy toca la segunda playlist dedicada a la new wave, en este caso en su versión británica. Lo primero que tengo que decir es que una hora no caben los que son, pero que si son todos los que han entrado. La segunda cosa es que, al contrario de la lista ‘de las colonias’ de la semana pasada, en la de la metrópoli británica que he preparado para este domingo apenas hay dos bandas que se parezcan y pueden detectarse tranquilamente seis u ocho tendencias distintas, aunque un solo impulso verdadero: alejarse del punk. Pocas veces y en tan pocos años (1977-1983) se ha producido en un solo lugar del planeta una explosión y una efervescencia creativa semejantes y, a la vista, resulta que en el Reino Unido de Margaret Thacher todo el mundo se puso a tocar. Otra cosa, claro, es que acabó todo esto, pues, si la música de los 80 se caracteriza por algo, es, en general, por un desarrollo bastante decepcionante.
Pero, bueno, decepciones hay pocas en esta lista. Creo.
.

25 New Wave I

17/10/21 El término ‘new wave’, acuñado por Ian Copeland, el hermano cazatalentos (R.E.M) del baterista de The Police, se aplica a bandas, sobre todo británicas, que, entre finales de los 70 y principios de los 80, se sacudieron con talento y recursos la etiqueta de ‘post-punk’ o ‘after-punk’ incorporando a sus producciones elementos del pop y la electrónica y también, por supuesto, del reggae y el ska. Son formaciones de las que cualquier aficionado que ande por los cincuenta y tantos años puede citar sin despeinarse más una docena de nombres, y eso es así porque supusieron un buen chorro de aire fresco y positividad después de las agonías del rock progresivo y la furia nihilista del punk, aunque este conocimiento tan amplio está también explicado porque la recién estrenada MTV dio prioridad en la emisión de clips a las producciones de estos grupos, por lo que bastaba una hora de las emisiones de esa cadena para haber visto cuatro o cinco vídeos nuevaoleros. Eran además grupos de pop-rock más bien pijos, con una pinta de universitarios puliditos que dificultaba la polarización de la audiencia, es decir, un producto casi perfecto.
Lo lógico sería empezar las dos playlists que vamos a dedicar a la ‘new wave’ por el Reino Unido, pero he decidido hacerlo al reves y, sin salir del mundo anglosajón y sin caer demasiado en los temás más esperables, dedicar la lista de hoy a las bandas norteamericanas y australianas (quizá se me hayan colado unos neozelandeses: se me escapa el dato) y la semana que viene ya nos dedicaremos a las británicas.
.

24 Dr. Lonnie Smith

03/10/21 Hoy tocaba una lista (de dos) sobre la ‘new wave’ ochentera, pero esta semana moría a los 79 años Lonnie Smith (o Dr. Lonnie Smith) un domador -como dice el maestro Manrique- de ese instrumento endiablado y prodigioso que es el órgano Hammond B3. Lonnie se hizo relativamente famoso en los años 70 por ser el teclista de la banda de George Benson y su carrera es un ejemplo de supervivencia de estilo y talento en plena decadencia del jazz hacia un arte tan minoritario como lamentablemente insignificante. En los últimos años volvió a sonar su nombre por algunas colaboraciones con Iggy Pop, de las que recogemos tres en una lista, la de hoy, que espero le haga justicia a una trayectoria ejemplar y, por lo dicho antes, realmente épica.

.

23 GrooveExperience

26/09/21 El término ‘groove’ proviene de la expresión casi centenaria del jazz-swing ‘in the groove’ y se aplicaba a la forma en que las orquestas de las salas de baile se aplicaban para conseguir sacar al público a la pista y, claro, hacerlos sudar, tener sed y pedir bebida, que aquí pocas cosas se hacen por puro amor a la humanidad.
Pasado casi medio siglo el término reaparece en los años 60 y 70 vinculado a bandas de soul-jazz, de funk, de fusión de ritmos negro-norteamericanos con caribeños y brasileros en interpretaciones con una estructura de compás muy pautado, orgánico y sensual, dirigido a la construcción expansiva e hipnótica de los unos temas siempre incitantes y contagiosos.
Merece la pena atender al mecanismo de precisión con que funcionan las secciones rítmicas de estas composiciones y cómo, sobre ellas, se construye, a partir de una melodía no siempre muy definida, un entramado sónico que integra guitarras, piano, órganos hammond, vientos, coros y la voz del cantante, cuando no es un tema instrumental.
Algunos temas os parecerán soul, otros más bien funk, ciertos serán más jazzy o finalmente otros se inclinarán por el tropicalismo, pero es muy difícil que alguno no consiga contaminaros el ‘groove’ que destilan por litros y acabéis bailando o al menos moviendo los pies o balanceando las caderas.
.

22 Pop, country-pop

19/09/21 El cuarto capítulo de la apreciable serie documental de Netflix ‘This Is Pop’ lleva el título de ‘Cuando el country se vuelve pop’ y es francamente revelador, no solo porque incluye muchas declaraciones de músicos muy relevantes de la música vaquera, como Shania Twain, Wynonna Judd, Neko Case, Taylor Swift, Willie Nelson o Dolly Parton, artistas que optaron por y triunfaron en la vía más comercial del country, sino también porque el programa trata con cierta profundidad cómo fueron recibidos por el mundillo de Nashville y por los aficionados más recios esas ‘salidas de pata de banco’ que venían a poner a los pies de las masas un estilo musical que llevaba en su ADN las virtudes de la raza, es decir, la supuesta autenticidad de una manifestación cultural muy vinculada a lo esencial, rural y primitivo.
Por estas latitudes (y cambiando mucho los ingredientes) se vivió algo parecido cuando Camarón de la Isla ‘se electrificó’ en ‘La leyenda del tiempo’ (1979) y en ambos casos saca uno la conclusión de que ciertos (muchos) aficionados y también bastantes compañeros músicos de esos artistas (sale en el documental el mismísimo y muy progresista Steve Earle diciendo de Shania Twain que era ‘la stripper mejor pagada de América’) se sienten tan propietarios de las carreras ajenas que, si pudieran, elegirían que ciertos músicos de country no hubieran salido nunca de los cuatro palos del porche de su cabaña en los Apalaches o que José Monge Cruz no se hubiera movido en su vida de la Venta de Vargas y de los cuatro palos más puros del flamenco.
Para unos y contra otros va la lista de hoy: 17 canciones de excelente country pop o country (muy) comercial que demuestran que, a veces, la liberación es triunfar y hacerse rico.
.

21 Elvis last years

12/09/21 El pasado 16 de agosto, como todos los años (y muy bien, oye), conmemoramos el fallecimiento en 1977, a los 42 años, de Elvis Aaron Presley y ese día, oyendo los habituales comentarios sobre los supuestamente lamentables últimos siete u ocho años de la vida de El Rey, se me ocurrió ir contracorriente y tratar de demostrar que -a pesar de Las Vegas, las drogas, el sobrepeso, las idas de olla y una dirección de carrera fundada en la sobreexplotación- hay mucho y muy buen material entre ‘su regreso’ de 1968 y su trágico final.
Y de eso va la lista de hoy: veintiuna canciones en sesenta y un minutos, desde el disco ‘Back In Memphis’ de 1969 al ‘Moody Blues’ de 1977, que demuestran cómo el increíble talento del de Tupelo, Misisipi, seguía alentando y produciendo fogonazos en medio de discos mediocres y bolos alucinados, a pesar del canibalismo de las disqueras y sus representantes y también probablemente a pesar del propio Elvis.
.

20 Spanish Guitars 2020-2021

05/09/21 He querido empezar el nuevo curso en esta playlist dominical con algo que no había propuesto hasta ahora y eso son canciones de/con guitarras, cantadas en español y muy recientes. No pretendo con esto reivindicar el rock con todo eso de que no ha muerto y demás jeremiadas (porque basta ver las reproducciones en Spotify de algunas excelentes canciones de esta lista para casi echarse a llorar), sino simplemente mostrar buenos ejemplos de música muy actual hecha en España y que no ha caído bajo el influjo y los rayos cósmicos de un consumo musical dominante cada día que pasa más indigente y por ello escuálido.
Todo esto se hace en España (2020-2021), todo esto muestra fuerza, nervio, tensión (guiño a Sandré), actitud y ambición y por todo esto (y mucho más que no cabe en una playlist de una hora) merece la pena asomarse sin demasiado temor a las nuevas ofertas de una escena nacional que, aunque ya digo que no vive su mejor momento, tampoco es que esté agonizando. Hay esperanza.
.

19 For the road

13/06/21 Vamos con la última playlist semanal de la temporada (no sufráis: os dejaré el domingo que viene con la ‘summer edition’, más larga, más actual y ocasionalmente cambiante).
Como este verano parece que nos vamos a poder mover casi como antes, se me ha ocurrido hacer una lista ‘de carretera’, o sea, de canciones que le sientan bien al viaje, especialmente si es en coche, y para ello he tirado del catálogo más o menos reciente -pero siempre de este siglo- de la ‘Americana’ (en la onda del alt-country tardío, más o menos) y he reunido 15 canciones ruteras de gente como Damien Jurado, Stephen Malkmus, Skyway Man, Cotton Jones o Steve Gunn.
.

18 Bacharach

06/06/21 Después de un mes de intenso guitarreo vamos a desenratar (como decimos en mi pueblo) con algo radicalmente distinto.
Hace ya casi dos meses saqué una lista con veintitrés damas de la canción de los años 60 y entre todas aquellas canciones se colaron -como no podía ser de otra manera- varias composiciones de un mago del pop llamado Burt Bacharach quien, casi siempre en compañía del fabuloso letrista Hal Davis, compuso un cancionero tan brillante como atemporal que estará por décadas en la memoria sentimental de varias generaciones, y para demostrar esto mismo existe la playlist de hoy.
Son dieciocho canciones de Bacharach/Davis interpretadas por artistas de los últimos 50 años, de Shirley Bassey a The White Stripes, de Celia Cruz a The Divine Comedy (Neil Hannon disfruta de ‘Make It Easy On Yourself’ rozando la autoconsunción) o de Neil Diamond a The Cramberries.
Ah, también está Paloma San Basilio.
.

17 Garage 80’s & 90’s

30/05/21 Tengo la mañana un poquito apretada, así que la lista de hoy, viene muy madrugadora. Se trata de la última entrega de la antología del sonidos garageros que he venido haciendo estas cuatro últimas semanas y que hoy corresponde a las décadas de los 80 y los 90. Hay por supuesto grandes temas y bandas inmensas ((Dead Kennedys, Hüsker Dú, The Fall, The Gories, The Rezillos) y también observaréis que, por única vez en casi 50 años, hay un momento de crisis sonora y conceptual que puede localizarse en los años del cambio entre esas dos décadas: es el momento en que las etiquetas parecen resbalar y una canción garagera es también afterpunk, postrock o incluso indie. La resolución de esto vino dos dos vías, la primera -la de la vuelta a los orígenes y el inicio del revival que alcanza a este siglo- de la mano de gente como Eddie & The Hot Rods, la segunda -la búsqueda y hallazgo de la esencialidad sónica- con Flat Duo Jets, claro antecedente de The White Stripes o The Black Keys.

.

16 Garage 70’s

23/05/21 La ración garage de hoy, que corresponde a la década de los 70 y está ordenada cronológicamente, entra dentro de ese territorio que nos apresuraremos a etiquetar como ‘palabras mayores’; y esto es así porque en ningún otro periodo de tiempo han tenido los sonidos garageros tanto predicamento.
Fuera por la sobrexposición de las audiencias a los excesos del hard rock y el rock progresivo y a toda la maquinaria que acompañó esos dos fenómenos, fuera por las puñaladas que la crisis económica dio al cuerpo social y que acabaron por diluir la inocencia y la esperanza en las obras humanas tan propias de la década de los 60, a partir de 1975 fueron incrementándose las ofertas musicales basadas en el sonido crudo y las intenciones directas, llegó el punk (que musicalmente apenas dista del garage unos centímetros) y toda una galaxia de ofertas guitarreras y salvajes que sirvieron de catalizador a la generación del ‘no future’.
Hoy os traigo a New York Dolls, Radio Birdman, The Clash, The Damned, Buzzcocks, Joe Jackson o The Jam. Nunca el garage sonó tanto en tantos sitios y nunca se vendieron tantos discos.
.

15 XXI Century Garage

16/05/21 La playlist de la semana pasada repasaba someramente el momento fundacional del culto garagero y el establecimiento de su canon sonoro, es decir, qué se tocaba y cómo se hacía. A partir de ahí el rock fue pasando por estilos, evoluciones, mutaciones y perversiones llamadas rock progresivo, glam, country-rock, punk, new-wave, new rock, rock alternativo, grunge, post-rock… que en algunos casos dejaban prácticamente irreconocibles las raíces del género (unas veces para bien y en otras no tanto), mientras este iba lenta y dolorosamente perdiendo fuelle, relevancia, practicantes y seguidores.
Aunque, al igual que ocurre a veces con las conquistas, las invasiones y las colonizaciones, puede que una pequeña aldea resistiera, primero la avalancha y después la decadencia ¿os imagináis cuál sería?
La semana que viene empezaremos a ver qué fue ocurriendo con el garage mientras todos esos subgéneros que nombraba antes se le fueron echando encima, hoy toca dar un salto de tres décadas y comprobar si con la llegada del siglo XXI la religión del fuzz había ya perdido el camino y la esperanza o por el contrario había sabido preservar la sustancia esencial y si conservaba o no su capacidad para sacudir y estremecer a las audiencias.
.

14 Garage 60’s

09/05/21 El garage es, dentro del rock, quizá el subgénero más parecido a una religión que haya existido nunca y, de hecho, todavía hoy, el culto al ‘fuzz’se sigue profesando con devoción, respeto y veneración casi 60 años después de que bandas como The Kingsmen, The Sonics o The Seeds lanzaran sus primeras grabaciones. El garage es también una forma fantástica de hacer de la necesidad virtud: aquellas primeras formaciones de los 60 no eran otra cosa que grupos de (muy) jóvenes fans que trataban de emular, en los sótanos o las cocheras de sus casas, con escasos medios y discutible pericia, el sonido de artistas consagrados que amaban y reverenciaban, como The Rolling Stones, Buddy Holly, Bo Diddley o Screamin’ Jay Hawkins, así que, para compensar las carencias, empleaban algunos trucos, como no disimular la distorsión propia de amplificadores baratos o incidir en ella a través de pedales (fuzzboxes), cantar a grito pelado y aporrear la batería o los teclados de órganos VOX o Farfisa. Todas estas tretas, unidas a una ejecución, a ser posible, rabiosa, eufórica, desgarrada y ligeramente fingida, consiguieron el milagro de un sonido único, carismático y, como se ha demostrado, intemporal, donde parecen haber hallado cómoda residencia todas la esencias y las virtudes teologalales de rock and roll.
Con la playlist de hoy inicio una serie de tres o cuatro (ya se verá) entregas dedicadas al sonido garage y a sus manifestaciones a lo largo de seis décadas, empezando, como no podía ser de otra manera, por la primera generación, la de los años 60.
.

13 Funk & Soul Brasileiro

02/05/21 La playlist de esta semana creo que no la visteis venir, porque está dedicada al funk-soul brasileño (no confundir con lo que actualmente se denomina ‘funk carioca’, que eso es otra cosa) y a las excitantes muestras de talento y nervio que, como no podía ser de otra manera en el país de la samba y la bossa nova, han ido entregando extraordinarios artistas en los últimos 50 años. La lista -salvo por la primera canción, a cargo de la big band paulista Funk Como Le Gusta, que también cierra esta antología- está organizada cronológicamente, empezando en 1975 con Di Melo y terminando en 2015. Es un viaje incitante y endemoniadamente rítmico por los ‘ritmos del norte’ adaptados por la cultura afroamericana ‘do Sul’ y que, no es que invite, es que prácticamente exige que os pongáis a bailar. Así que convertid el pasillo de casa en una especie de sambódromo funky y disfrutad con sensacionales artistas que puede que no conocieseis como Farofa Carioca, Jorge Ben, Pepeu Gomes, Negra Li, Sandra de Sa con una exhibición ‘disco music’ a la altura de las más grandes o Gerson King Combo, ‘o James Brown brasilero’, fallecido en 2020.

.

12 Nancy Sinatra & Some Friends

25/04/21 La playlist de este domingo es pop, melódica, exclusivamente femenina, bastante viejuna y espero que irresistible, por eso se la quiero dedicar, con todo respeto, al maestro Juan De Pablos.
En los años 60 a la oleada (casi tsunami) de cantantes soul -negras y un tanto sexualizadas-, como Diana Ross, Tina Turner o Tammi Terrell, se opuso un escuadrón de solistas blancas, más contenidas y cándidas, que interpretaban canciones aparentemente más convencionales y, por tanto, más tolerables por el ‘stablishment’. Entre ellas tenemos a Petula Clark, Brenda Lee, Sandie Shaw o Peggy Lipton, y también a otras que más tarde sacaron los pies del tiesto como Nancy Sinatra, Cher o Bobbie Gentry. Para ellas trabajaron los mejores compositores y arreglistas de la época, como Burt Bacharach, Gerry Goffin, Doc Pomus o Leiber & Stoller, y el fruto de su trabajo fueron canciones de pop matemáticamente perfectas, temas naturales, elegantes y refinados que todavía hoy, más de medio siglo después, siguen siendo el canon donde se miran artistas contemporáneos tan influyentes como Elvis Costello, Morrissey, Paul Weller o Richard Hawley.
.

11 Spanish Covers

18/04/21 Todo playlistero español tiene que tener su colección de versiones celtibéricas de éxitos internacionales y esta es la mía. Podría haber hecho una dedicada a versiones buenas, magníficas y excelsas, otra dedicada a horrores y aberraciones u otra (más aburrida aunque cruel) consagrada a ridículos inmensos, pero he preferido hacer una, como siempre de una hora, que tenga un poquito de todo. Así, entre las excelsas, la de los hermanos Auserón de ‘You Never Can Tell’ de Chuck Berry o la de Los Salvajes de ‘These Boots Are For Walking’ de Nancy Sinatra (y Lee Hazlewood). Del lado de lo lamentable (aunque tienen su punto), las versiones de Emilio El Moro de ‘Yellow Submarine’ o la de Los Sobraos de ‘The Logical Song’ de Supertramp. Y, finalmente, del lado de lo raruno y entre otras, la versión de Raphael de ‘Work Song’, cuyo original en inglés basado a su vez en un instrumental de jazz de Nat Adderley hablaba de los presos condenados a trabajos forzados y que el letrista del prodigio de Linares y el miedo a la censura convirtieron en otra cosa.
Para gente con prisa, las rumbas están al final y la catedral de las versiones, el ‘In The Ghetto’ de El Príncipe Gitano, cierra este menú degustación que espero que os guste.
.

10 Horror Punk & Psychobilly

11/04/21 Después del descanso pascual llega una nueva edición de la playlist del Poleo dedicada este domingo a dos subgéneros relativamente recientes que mantienen una buena comunicación en carácter, tono humorístico, sonido e influencias, a lo que añaden la particularidad (que a mí me parece genial) de no estar hechos para evolucionar, sino para permanecer más o menos congelados en torno a una serie de preceptos que nadie nombra pero todo el mundo respeta.
Se trata del horror-punk y del psichobilly, variedades del rock que, pese a su nombre, no están hechas para dar miedo, sino antes al contrario para hacer cómplices a los oyentes de una extraña atmósfera festiva llena de referencias al cómic y a las películas de terror y ciencia-ficción. Un tipo de música de género dentro de un género que exige a los oyentes que sean tan excéntricos como los artistas y gocen como niños raritos con zombis, vampiresas, fenómenos de feria, marcianos asesinos, cosas del pantano, serial killers muy bollados, del Dope Rider y del tío Creepy.
Bueno, pues aquí la tenéis, una hora, 20 temas, 20 grupos y casi 40 años de historia, de The Cramps a The Reverend Horton Heat y de los Bloodsucking Zombies From Outer Space a los Misfits
.

09 Deep Funk & Juicy Grooves

21/03/21 La edición del Poleo de hace unas semanas se atrevió con 25 canciones ‘beat’ sin los Beatles, la de hoy intenta ofrecer una hora de ‘deep funk’ sin su majestad James Brown (bueno, lo cierto es que está dando grititos en dos). Son 17 temas casi todos de entre finales de los años 60 y finales de los 70 con todo el endiablado ritmo, el sonido orgánico y todo el ‘groove’ (el umami de la música) del género popular más sexual y sexualizado. Espero que disfrutéis y, si lo hacéis, será porque no os habéis podido estar quietos.

.

08 The White Stripes & Some Friends

14/03/21 Hoy cambiamos completamente de tercio y toca dar un poquito de caña con una playlist (por supuesto de una hora) dedicada a los muchos y muy buenos grupos que alumbró la escena musical neoyorquina a principios del presente siglo y que a través de casos notables continúan definiendo el momento presente del rock, bien directamente, bien a través de su influencia. Me refiero a bandas conocidas globalmente como The White Stripes, The Strokes, Interpol, The Vines, Black Rebel Motorcycle Club o The Joy Formidable, bandas que dieron lugar, cuando nadie lo esperaba (especialmente los popes de la electrónica), al último resurgir planetario del rock’n’roll como expresión cruda, directa y desgarrada de la relación que los seres humanos (o esos seres humanos y sus seguidores) tenían con la realidad.
El rock no ha muerto, como podemos comprobar temporada a temporada los miembros del jurado del concurso de bandas de SubeRock al ponernos en contacto directo con el presente de magníficas propuestas españolas y portuguesas, pero lo que sí necesita el rock (como cualquier propuesta artística) es que los aficionados estén más pendientes de lo nuevo que va saliendo que de polvorientos singles de hace 60 años, que se logre transmitir a los jóvenes el placer de disfrutar y hacerse cómplices de una expresión musical que se ajusta como ninguna a sus deseos y necesidades, que es el verdadero valor añadido del rock, y, por supuesto, que los periodistas culturales estén, al menos, tan pendientes de cualquier banda de rock de barrio (o de pop o de lo que haga falta) como lo están de mirar adonde señalan los que tienen la pasta y tan mal gusto para invertirla.
.

07 Harry Nilsson & Some Friends

07/03/21 Hace un par de semanas comentaba en El Poleo (extremasound.com) el último disco de Aaron Lee Tasjan -muy bueno, por cierto- y lo ponía en relación, como con otros suyos recientes, con la tradición del ‘american singer-songwritter’, que se puede traducir por ‘cantautor norteamericano’ con la salvedad para esa etiqueta de que, cuando tuvieron en Estados Unidos una mayor expansión este tipo de artistas -los años 70-, los cantautores españoles (y franceses, portugueses o italianos) eran una cosa (muy politizada) bien distinta y con unos resultados artísticos (con honrosas excepciones) poco ambiciosos.
No quiero decir que gente como Janis Ian o James Taylor no estuvieran politizados (eran los años de Nixon y la guerra de Vietnam), pero se ve que a todos estos además les importaba especialmente su arte: la prueba del algodón es que a día de hoy los cantautores norteamericanos se siguen escuchan y venerando y tienen hijos póstumos como Tasjan, mientras que no creo que podamos encontrar una centena de jóvenes españoles de menos de 25 años que conozcan y escuchen a los nuestros.
Otro factor determinante es la fórmula de su éxito: pocos casos en la historia de la música contemporánea encontraremos en que, con tanta naturalidad y talento, se fundan en un mismo producto las tradiciones del folk, el country, el blues, el soul, el góspel, el pop y el rock, dando incluso origen esta mixtura prodigiosa a un género propio: la ‘americana’.
Bueno, pues espero que en esta mañana de domingo, fresquita a estas horas pero amable y luminosa, disfrutéis de esta hora con Harry Nilsson, Jackie DeShannon, Carol King, Leon Russell, Carly Simon o, entre otros más, el increíble y malogrado Emitt Rhodes, ‘los Beatles en una persona’ y el músico con peor suerte del siglo XX.
.

06 Chamber Pop

28/02/21 Con unos antecedentes que pueden remontarse a The Beatles o The Beach Boys (y más allá) y, por supuesto, a excelsos ejemplos de inspiración, emoción y calidad en los años 70 y 80, el CHAMBER POP o pop de cámara o pop barroco explotó especialmente en Reino Unido en los años 90 con nombres como Tindersticks, Belle & Sebastian, Super Furry Animals, The Coral, The Divine Comedy o Saint Etienne, quizá como una reacción melódica, culta, calmada, sensitiva y un poco pija a la ‘mugre’ grunge que en forma de ola parecía arrasar con todo en esos años.
Composiciones aparentemente simples que, en largos desarrollos, alcanzan la complejidad y hasta la solemnidad llenan discos magníficos de esos años y los siguientes de los que esta mañana de domingo os traigo una selección -como siempre de una hora- que espero que os guste, os emocione y os divierta.
.

05 Jazz Divas

21/02/21 Si esto de las playlists semanales fuera como el fútbol, podría decir eso -que tanto peligro tiene- de que ‘este partido se gana sin bajarse del autobús’ y eso es así (o así lo espero) porque hoy juego con las cartas marcadas (o he comprado al árbitro, si seguimos con los símiles del /balompié).
L/a lista de hoy la integran 18 cantantes negras de prestigio tan incuestionable como extraordinarias voces (Sara Vaughan, Carmen McRae , Nancy Wilson, Nina Simone, Ella Fitzgerald…) haciendo su personalísima y extraordinaria versión de temas conocidos universalmente -eso  que llamamos ‘standards’- de origen en esta ocasión bastante diverso -jazz, pop, rhythm and blues, bossa..- y componiendo, espero, una hora repleta de maravillas que deseo de corazón que sea de vuestro agrado.
.

04 Beat Without Beatles

14/02/21 Hace unos días vimos ‘Yesterday’, una poco aprovechada historia (Danny Boyle & Richard Curtis) donde un cantautor mediocre y al borde del fracaso despierta en un universo paralelo en el que (casi) nadie conoce a The Beatles, por lo que decide reivindicar su genial cancionero apropiándoselo y, claro, triunfando. Digo que la película está malograda porque de forma escandalosa desaprovecha el tema central y a mitad de su metraje decide dedicarse de pleno a una historia de amor que, a esas alturas del metraje, le importa una higa a los espectadores (o, al menos, a este espectador), por lo que casi todos los que la hemos visto (quiero suponer), cuando acaba, seguimos dándole vueltas a cómo hubiese sido un mundo sin las canciones de los cuatro de Liverpool.
Pues bien, la playlist de este domingo es un intento (por supuesto discutible) de como hubiesen resultado el Mersey Beat y el Beat sin los Beatles. Reune (en una hora casi clavada, como viene siendo habitual) 25 canciones que suenan a los Fab Four, pero que no tienen entre ellas ningún tema de Paul, John, George y Ringo. Está hecha más o menos en círculos concéntricos espacio-temporales, empezando por las bandas liverpolitas que hacían lo mismo que los Beatles al mismo tiempo que los Beatles, para irnos alejando en kilómetros y tiempo hasta Manchester, Londres, saltar hasta los Estados Unidos y llegar a la mismísima Australia; y todo este viaje en una franja temporal de unos cuatro años a partir de 1962.
Lo de cómo de mejor o peor hubiera resultado el mundo sin Beatles ya lo dejo a vuestro criterio.
.

03 Yorkshire 70’s-00’s

17/01/21 La edición de este domingo de la playlist del Poleo tiene que ver mucho con dos series magníficas, ahora mismo en emisión, un lugar, el condado de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, y un personaje, Peter William Sutcliffe, ‘el destripador de Yorkshire’, quien, durante los mismos años en que actuó en Londres Dennis Nilsen, “the Kindly Killer”, a quien me refería hace unos días por otra serie, se llevó la vida, en la ciudad de Leeds y sus alrededores, de trece mujeres, puso en evidencia la inoperancia de la policía y aterrorizó a la mitad de un país.
La primera serie es ‘The Ripper’ (‘El destripador de Yorkshire’, en Netflix), una serie documental en cinco magníficos episodios, con tan excelente guion y efectiva dosificación de los datos que prácticamente hace inviable una serie de ficción realista sobre los mismos hechos (digo yo), y la segunda es ‘Red Riding’ (en Prime Vídeo), una excelente trilogía de largometrajes basada en los libros de David Peace, no basada directamente en los crímenes de Sutcliffe, sino en otros ficticios, aun más abyectos, pero sí en el ambiente de terror y de desconfianza hacia la policía en que vivió Yorkshire durante esos años. (Nota: hay que ver las dos primeras partes pacientemente y esperar a que las lagunas se vayan rellenando en la tercera entrega.)
Y la cosa es que viendo ambas series (además, alternadamente) me acordé de la cantidad de buenos artistas y excelente música (y muy conocida) que durante esos mismos años, y antes y después, estuvo saliendo del viejo condado inglés, música la mayor parte de las veces muy optimista y que, sin embargo, resultó ser, además de contemporánea de los crímenes, la banda sonora de la tremenda crisis económica que sobrevino con el desmantelamiento de la industria del metal y textil que había hecho de Yorkshire, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, un lugar próspero y feliz, música que, por razones que podemos comprender, no suena en ningún momento en ninguna de ambas series, porque, evidentemente, en unos cuantos compases, desmontaría el ambiente turbio, sórdido y feroz que es necesario crear para contar esas historias abominables.
.

02 ‘Stumptown’ Car Tape

27/12/20 ‘Stumptown’ es una serie de ABC (aquí, en HBO) que cuenta las aventuras de una detective (interpretada por la siempre resultona Cobie Smulders) con un pasado complejo y un presente incierto que busca su asiento y su sustento en la ciudad de Porland. Dex Parios, el personaje, conduce un Mustang de los años 70 bastante maltratado por la edad, que retiene en el radiocasete y no suelta una cinta donde uno de los antiguos dueños del vehículo reunió algunos grandes éxitos de los 70 y los primeros 80.
El caso es que el radiocasete va a su bola y solo se activa a golpe de bache, lo que brinda a guionistas y editores de audio oportunidades de oro para colocar en la banda sonora canciones-guiño casi siempre bien aprovechadas -al menos en los primeros capítulos- por la acción y los personajes (por ejemplo, la primera escena del primer capítulo con ‘Sweet Caroline’ es estupenda).
Me han gustado la idea y la evocación y he tratado de reconstruir en esta nueva edición de la playlist del Poleo el contenido de esa cinta atascada y resistente a la edad y aquí la tenéis en toda su obviedad y toda la grandeza de, digamos, una BASF LH 60.
.

01 Mose Allison & Other Magic Medicines

06/12/20 El otro día me desayuné con la noticia de que el puertorriqueño Bad Bunny ha sido en Spotify el artista más escuchado del mundo y, como no me dejo caer fácilmente en el desaliento, camino del instituto, me puse -en Spotify, claro- su disco ‘YHLQMDLG’ por segunda vez durante este año, no fuera que en la primera escucha me hubiera dejado embarrar por los prejuicios y no hubiera sabido disfrutar de esas mieles que lo han elevado a la gloria universal. El resultado fue que sigue sin gustarme, sigo sin pillar esa chispa que se esconde (pero casi siempre pillo) detrás de los éxitos de masas y, lo peor, que el vacío y la extrema indigencia de la propuesta musical me asombran, me paralizan y me desbaratan.
Así pues, de vuelta del curro, noté que necesitaba recomponerme, elegí un par de temas de Mose Allison y dejé que la magia del algoritmo hiciera su trabajo. Lo hizo divinamente y aquí os dejo (más o menos, porque no ha sido fácil recomponerla) la fórmula de mi remedio contra este susto tan malo, otro de este puto 2020.
Lo iba a titular ‘Mose Allison & Friends’, pero se va a quedar con ‘Mose Allison & other magic medicines’. Que os siente bien
.

Los Xochimilcas

Memphis Soul

ELO & Bee Gees

CBGB & OMFUG, NYC

Tropicália

Some Funk, Groove & Soul

Early Rhythm and Blues

Mod

Leather & Pompadours

Gumbo! The Taste of New Orleans

Grass, Blue Grass

Groove & Roots I

Groove & Roots II

Psychedelic!