Cuidado con este disco, porque te va a gustar, pero cuando quieras compartir su bondad, si explicas qué contiene, va a sonar a amasijo o batiburrillo infumable y quien oiga tus alabanzas puede que no vaya a querer tocarlo ni con un palo.
Probemos: Takuya Kuroda es un trompetista japonés de formación norteamericana en escuelas de jazz en ambas costas y actualmente residente y practicante de su música en Nueva York. ‘Fly Moon Die Soon’ es su sexto álbum y es también la culminación de un proyecto musical en busca de la quintaesencia de la fusión (por decirlo de alguna manera). El disco aglutina sin aparente freno ni complejo referentes diacrónicos y sincrónicos; es decir, suma ingredientes jazzísticos de cuatro o cinco décadas, aunque ni por un momento se aparta de las influencias contemporáneas. Así, en los temas de Kuroda, dependiendo de nuestro currículo como oyentes, pueden sonar evocaciones de Miles Davis, de Chick Corea o de Herbie Hancock, además de mucho Fela Kuti, lo lleves o no en la mochila. Y, además, hay mucho neo-soul, hip-hop, psicodelia, funk y electrónica. Dicho de otra manera: hay temas que parecen hechos por un Thundercat con un par de tripis y otros que te hacen sospechar si a Lee Morgan lo han secuestrado y hecho viajar en el tiempo los pirados de los Gizzard; y -ahora viene lo verdaderamente pasmoso-, cuando lo escuchas (y lo vas a hacer más de una vez), no parece que sobre nada, no hay ni rastro de pedantería y todo fluye y agrada en un disco que sí que es excesivo, pero por estupendo y grandioso y hasta catedralicio.