Kandace Springs, teniendo todo-todo para convertirse una diva pop -en teoría, el camino corto, efímero y fácil-, eligió, sabiamente orientada por su padre, Scat Springs, el otro camino, el largo, duradero y complicado, así que en 2014 se plantó en la sede de Blue Note con una demo y salió de allí con un contrato.
‘Soul Eyes’, publicado hace más de un año (sorry), es una delicia que se alarga suntosamente a lo largo de 11 temas que podríamos etiquetar como jazz-pop, pero que pueden ser puramente jazzísticos y tambíén derivar hacia el soul más académico, aunque todo ello bajo una pátina de modernidad y frescura que deja ver claramente que Kandace no quiere imitar a sus mayores, sino dejarlos con la boca abierta.