Si empiezo diciendo que Gecko Turner es de aquí al lado, de Badajoz, y que se llama de verdad Fernando Gabriel Echave Peláez, ya vendrá enseguida algún aguafiestas, algún triste, a decir que lo que voy a decir de él lo digo porque es paisano. Pues lo que voy a decir de él es que estamos ante uno de los músicos más grandes/importantes de su generación (o de los últimos 25 años, elegid lo que os cuadre más) y lo que digo lo defiendo con un hecho irrefutable: en un país que solo exporta flamenco (Rosalía es el último ejemplo; Bunbury sería una prodigiosa y trabajadísima excepción), Gecko Turner hace una música perfectamente homologable (en calidad, en compromiso y en curiosidad) con lo que hay ahí afuera y, además, la ha sabido defender y, asombraos, vender.
He dicho curiosidad y para mí ahí está casi siempre la diferencia ¿Cuántos artistas españoles -consagrados, dentro de un orden, claro- con disco nuevo despiertan en el público la curiosidad por el nuevo material, esa picazón de ‘qué habrá hecho este ahora’, que pueden despertar, por ejemplo, King Lizzard, Kamasi Washington o Ty Segall? Pues Gecko Turner es de esos y lo es hasta sacando una antología.
Con una cuidada edición pensada, claro, para el mercado exterior, ‘Soniquete. The Sensational Sound of Gecko Turner’ reune 13 temas procedentes de los cuatro discos que ha firmado con su nombre y uno nuevo y por cierto irresistible, ‘Cortando Bajito’, que esperamos sea anuncio de nuevas entregas.
Y para el que todavía no sepa de qué va esta historia, ‘Soniquete’ es funk, es soul, es jazz, es afro, es Cuba, es Brasil, es talento, son toneladas de curiosidad y, atendiendo al hecho mismo de que sea una selección, una escoja, es sobre todo algo portentoso, y no necesariamente por comparación.