Por J.G. Entonado

Siguiendo fiel a una filosofía de creación musical libre, no sujeta a convenciones ni géneros musicales predefinidos, Quique Crespo(http://www.myspace.com/industrialwater) ha iniciado un proyecto de composición electrónica experimental llamado ‘Industrial Water’ (o ‘Agua Industrial’ si no prefieren el inglés). El nombre del proyecto no es para nada trivial, siendo en sí mismo la mayor fuente de inspiración que enmarca al proyecto. Se trata de un mero simbolismo, un agua contaminada por el supuesto progreso descontrolado de la cual no nos queda otra opción que beber o, si no, morir en el aislamiento y el rechazo social. Esa agua nos ha convertido en simples mentes industriales, y es simple en el sentido despectivo, ya que poco a poco nos automatiza en todos los aspectos de nuestra vida, y en el ámbito de las manifestaciones artísticas este hecho es todavía más inaceptable. Quique mismo se ve rodeado de esas mentes industriales, como salidas de una fábrica, y se ha propuesto crear alrededor de ellas, no huir de ellas como es más previsible en casi todos los artistas.

Así pues, el objetivo es primero perfilar espacios musicales diversos, monótonos, claramente autómatizados, y por supuesto electrónicos como máximo exponente del progreso industrial. Una vez perfilada el “agua industrial”, como él prefiere denominar a esos paisajes de monotonía sonora, el segundo objetivo es realizar una serie de atentados, de acciones subversivas, sobre el espacio sonoro integrando muy diversos instrumentos étnicos junto con sencillos hilos melódicos y efectos sintéticos que contrasten de forma sutil con la contaminación musical.

Los instrumentos étnicos son grabados en su mayoría en directo, contando con la colaboración ocasional de algunos otros músicos invitados. Después de ser grabados son maquillados rigurosamente para que se puedan infiltrar en el espacio electrónico. Electrónicamente hablando y en cuanto al ritmo de las piezas musicales, Quique reconoce tener influencias del minimal trance, ambient y hasta incluso de la música industrial electrónica; pero no hay ninguna intención de arrejuntarse en torno a un género, cosa que no tiene sentido para este artista que sólo pretende experimentar con las nuevas tecnologías.

El resultado final son rutinas musicales, minimalistas, contundentes en algunas partes, y como la propia agua, nunca dejan de correr no dejando que el silencio nos permita escapar de la ensoñación lisérgica en la que puede caer sumido el oyente despistado. Para el autor, el resultado final son en realidad los diálogos entre el patrón contaminado del progreso (el espacio musical monótono) y los terroristas que se han infiltrado en él (los instrumentos e hilos melódicos).

Su primer conjunto de canciones, las cuales algunas todavía está terminando, se titula “Addicted to Industrial Water”, y es que, como él dice, es muy fácil y tentadora esta adicción de la que es muy complicado escapar.

Aquí tienen algunos de los temas que puenden escucharse en su myspace

Calm at heaven disrupted: el cielo, el paraíso, su calma, esa imagen de que en él siempre todo será mejor… pero ¿y si el agua industrial también pudiera filtrarse hasta allí para disturbar esa calma…?

We are not living a pathetic life: basta ya de hacernos pensar que nuestras vidas no son tan buenas como las de los que supuestamente tienen éxito, o mejor dicho de los que la contaminación mental nos hace creer que son exitosos

Robots writing hopes: nuestras creaciones tecnológicas pronto tendrán que escribir esperanzas para hacer ver a sus creadores que están siendo contaminados con una estupidez mental sin precedentes.

Urban Love: ¿y qué pasa con el amor cuando se ha convertido en otro automatismo? Ese jadeo sexual cíclico en el fondo de la canción lo dice todo…

Crickets hunting helicopters (“grillos cazando helicópteros” ): grillos, simples grillos tratando de cazar nada más y nada menos que helicópteros, eso es lo que somos en esta lucha contra la contaminación mental.

En el directo, la música electrónica es acompañada por algunos instrumentos tocados en directo por artistas invitados, como los didgeridoos, bajos, etc.

Atentamente, Arín Dodó

por El Poleo