Hace mucho tiempo ya, el 13 de enero de 2011 para ser exactos, en esta misma página escribí un artículo sobre un trabajo titulado “La procesión del perrito faldero a las profundidades del Averno”. He estado revisando estos últimos días la música que grabé hace años y he redescubierto este disco, que lo tenía ya bastante olvidado y tengo que decir que al escucharlo me ha producido una buena impresión. Es unos de los discos más locos y divertidos que he grabado. Reitero las cosas que dije hace años sobre esta música, además, me ha dado reacciones primarias bastante agradables, como por ejemplo, la risa. Me he reído bastante al oír el montón de idioteces que se pueden decir y de la manera en que se dicen. Me reafirmo en la postura de ironizar con “la seriedad en el arte”. El Sr. Arín Dodó es un tipo que se ríe de sí mismo y de su obra, y por extensión, desafía al arte para que baje de su pedestal y se sitúe en unas posiciones más mundanas. Arín Dodó piensa que el arte no merece tanto respeto y hay que encararse con él sin ningún complejo. La obra de Arín Dodó quizá no sea buena, ni mala, no sea “arte”, no sea música… pero lo que está claro es que son un montón de pulsiones vitales que salen al exterior. Qué más da la etiqueta que se ponga, lo importante es que son impulsos sinceros y bastante espontáneos (y también contradictorios y quizá no muy claros, ¿por qué no?); y ese tipo de impulsos los tenemos todos, así que desde aquí (y creo que no es la primera vez que lo digo) animo a que cada uno de ustedes saquen sus impulsos vitales y disfruten con ellos, sin plantearse si son artísticos o no ¿qué más da? Joseph Beuys decía que “todo ser humano es un artista”… en mi opinión hay que hacerle caso.
Y ya, de paso, si les apetece, aunque no estemos en Semana Santa, váyanse un ratito de procesión con el perrito faldero y un cazo de los de calentar leche (dos Seres que iluminan y que disponen desde las profundidades del Averno):
Atentamente, J.G. Entonado & Arín Dodó