Por J.G. Entonado

Hay un centroeuropeo suelto por Madrid de acento disperso y difícil de descifrar y con un aspecto de comer caliente sólo en ocasiones que se hace llamar Reivaj Zelàznog.

Un día no muy lejano conoció por casualidad (otra vez las cosas del azar objetivo) a otro personaje de su misma zona, o cerca de por allí, el Sr. Drosdov, tipo inquieto donde los haya y que siempre lleva como prolongación de su boca un digeridoo o una flauta o un saxo o una ocarina…, creo que así se llaman esos cacharros.

Entraron en una iglesia y vieron allí hablando con el cura al Sr. Arín Dodó. Esa imagen les resultó extraña, así que pensaron que algo se estaba tramando.

Efectivamente, no se equivocaron: en ese momento se estaba gestando el germen inicial de un experimento que se llama “El enigma del infierno convertido en perro“. Consta de dos partes y es el resultado de condensar en diez minutos un repertorio, de sesenta minutos aproximadamente, de un coro convencional de iglesia con ocho o diez voces y un órgano. El “Padre Nuestro“, el “Credo“, el “Ave María Madre de Dios“… son irreconocibles con el tratamiento dado por Arín Dodó, obteniéndose sonidos que parecen sacados precisamente del lado opuesto, del oscuro, del infierno.

Es una técnica que no es nueva y que ya se hacía hace más de medio siglo, pero me imagino que tendrá sus variaciones y sus puntos de vista particulares: Debe de ser una revisión actual de lo que se hacía hace unos sesenta o setenta años, supongo.

Al menos, es algo que no es muy común ver en estos tiempos.

El Director del ICR (Instituto Cultural Rumano) -me suena que su nombre es Horia Barna– dijo en una ocasión (si no me equivoco fue el pasado 13 o 14 de enero de 2010) que “Arín Dodó es un grupo que está entre el clasicismo y la vanguardia”, opinión que me satisface y que podría compartir.

No estaría de más que se animaran vds. a buscar y ver en You Tube los vídeos de la piezas citadas anteriormente (El enigma del infierno convertido en perro, Partes I y II) y otra más: “Ostracismo airado en un sueño incierto“.

También en las páginas www.arintonadodo.com o www.arindodopuro.es se pueden descargar bastante música producida por este colectivo en Madrid, que intenta no encasillarse y probar con cualquier tipo de sonido que se le cruce en su camino.

Para el Sr. Arín Dodó está de más un estudio insonorizado; para él es una pena perder los sonidos de la calle o los de una olla a presión o una lavadora, que se pueden incorporar y pueden acompañar al de un trombón, al de un contrabajo o incluso a una pareja de perros que estén ladrando.

Esto último se puede oír en lo que están cocinando actualmente y que en breve aparecerá enwww.arintonadodo.com. Lo quieren llamar “Improvisación con trompeta y perros” o algo así, ya veremos.

Espero que esto les sirva para plantearse otra manera de ver, oír y entender la música, algo que en estos días está llegando a unos niveles de uniformidad que desanima o desespera un poco a algunos oyentes.

por El Poleo