Van pasando los años y van llegando los discos. De la hornada bedroom pop de hacia el 2010 (Beach Fossils, DIIV, Craft Spells…) hay grupos que se han ido, otros que están desaparecidos y otros, como Wild Nothing, que, convertidos en poco mas (y puede ser mucho) que una extensión de la personalidad musical de su líder, avanzan pausadamente en un camino que, ay, no deja de entrever que la búsqueda de un sonido propio persiste y que, por lo tanto, no hemos llegado a lo que se podría llamar una obra de madurez.
Con todo, este ‘Life of Pause’, es un trabajo notable, nada desdeñable, bastante accesible y con apreciable variedad en sus propuestas. Seguimos, obviamente, dándole vueltas a la cara más synth de los 80 y es hasta posible escuchar al fantasma de Moroder haciendo escalas en los teclados y sumando capas en las partes más densas de canciones como ‘Lady Blue’. Además tenemos ecos (y más que ecos) de Prefab Sprout en ‘Reichpop’, el tema que abre el álbum, y una segunda parte de la entrega más impefecta, que suena a inacabada, con una más que obvia influencia psicodélica en cortes como ‘Adore’ y hasta con toques lounge en ‘Whenever 1’.
Era ya hora, quizá, de que Jack Tatum cruzara al menos una meta volante en su carrera y los discos de su banda dejaran de sonar a demos de lujo (mayormente por la acumulación de influencias y el excesivo abanico sónico desplegado), pero dicen que en la variedad está el gusto y si Tatum quiere seguir buscando, jugando y probando, no vamos nosotros a ponerle demasiadas pegas si los resultados están a la altura de este disco.