Lo del título del disco es porque este noruego lleva en la brecha ya diez años a base de singles y ep’s y, al parecer, era ya hora de un largo. Y el largo es estupendo, muy divertido tirando a cachondo, un producto muy trabajado y perfectamente consciente de sus influencias ‘vintage’ -easy listening, space disco- y sus descaradas intenciones hedonistas. Una golosina (y sale Brian Ferry).