Esta es la historia de Cibo Matto, dos japonesas residentes en Nueva York que forman un dúo de electrónica muy cool a finales de los 90, con un nombre que en italiano significa “atracón” (de pasta será), sacan dos discos, no lo petan (a pesar de ser tan cool) y deciden parar. En la década siguiente acumulan individualmente colaboraciones con Beastie Boys, Gorillaz, Beck y la mismísima Yoko Ono. En 2011 se reúnen de nuevo y deciden sacar un disco (al parecer, la idea de una banda sonora para una película inexistente sobre un hotel y unos fantasmas fue la chispa que las revivió). ‘Hotel Valentine’ sale en 2014 y, mira tú por donde, gusta, gusta muchísimo: venga buenas críticas y venga gira mundial.

La única pega en esta historia tan bonita (y tan cool) es que entre las Cibo Matto de 1998 y las de 2014 no hay apenas diferencia: en ambos casos un efectivo, goloso y resultón pop electrónico de la pata del trip hop, con toques funk, toques jazz, su poquito hip hop, percusión ‘orgánica’ y mucho sample. Saquen ustedes sus cool conclusiones, si les parece.

por El Poleo