Paul Dano, Brian Wilson, and John Cusack pose for a portrait during press day for "Love & Mercy" at The Four Seasons on Tuesday, June 2, 2015 in Los Angeles. (Photo by Casey Curry/Invision/AP)

No es la biopic al uso porque no tiene más épica que la que puedan detectar los (buenos) aficionados en las escenas en que se muestra la gestación de Pet Sounds, no tiene la garra de otras películas -de este ya casi subgénero- como Ray (2004) ni es tan divertida como Gran bola de fuego (1989) o tan magnética como Walk The Line (2005) o Get on Up (2014), pero es que la vida desdichada de Brian Wilson difícilmente podría contarse de otra manera.

El novato Bill Pohlad se la juega llevando a la pantalla un guión con saltos espaciales y temporales no aptos para palomiteros y casi va de farol con la interpretación del protagonista por dos actores tan distintos (hasta físicamente) como Paul Dano y John Cusack, pero consigue salir airoso y con un producto adulto y solvente.

Puede que los más fanses echen de menos más anécdotas de la banda californiana y a los más morbosos les falten más escenas de alienación y desafuero (que, por cierto, no hubieran permitido los abogados de Wilson) en este producto honesto y cabal donde las tinieblas se sospechan más que se ven (Giamatti, como el tremendo Dr. Landy, está estupendo, como siempre) y la luz es una rubia hermosísima y magnética interpretada por Elizabeth Banks.

por El Poleo