long strange trip

Cuando publiqué hace unas semanas un comentario acerca de el documental ‘The Other One‘, sobre Bob Weir, el segundo guitarra de los Grateful Dead, João Dinis me advirtió de que en Prime Vídeo estaba disponible la serie documental ‘Long Strange Trip’ (2017) de Amir Bar-Lev, que, a lo largo de seis capítulos de casi una hora cada uno, cuenta detalladamente la historia de los Dead, esta vez sí centrada en la figura de Jerry García.
Como digo, son seis horas de ‘viaje’ con la banda (las comillas están con toda la intención, porque sí que se flipa en bastantes ocasiones) y seguro que la experiencia te la pueden sellar como cursillo a distancia, pero certifico que merece la pena el tiempo que le echéis al asunto, independientemente de si sois o fuisteis ‘deadheads’ o no.
‘Long Stange Trip’ merece la pena por lo bueno y por lo malo. Entre lo malo, porque asistimos en primer plano al envejecimiento prematuro y fatal de García y también quizá por el fenómeno de los ‘deadheads’ de los 80, una multitud inverosímil de seguidores que no habían nacido cuando se formó la banda y que eligió a los Grateful Dead como excusa para desbarrar a la puerta de los recintos donde tocaban (por lo visto, era casi más divertido quedarse fuera).

long strange trip

Entre lo bueno y lo flipante, además, claro, de los ‘tests de ácido’, vemos el ambiente de comuna en que vivía y viajaban la banda, sus técnicos, sus transportistas, sus pipas y las familias de todos (pasaban de 50 personas) en los años que precedieron -y precipitaron- el primer parón de los Dead hacia 1974. También por supuesto la alucinada obsesión por un equipo de sonido ‘que empujara el aire a una milla de distancia’ y que llegó a medir, caja sobre caja. nueve metros de altura, o los micrófonos cambiados de fase para evitar los acoples, la incorporación desbocada de miembros (llegaron a estar 14 personas sobre el escenario), la obsesión de los fans por grabar los conciertos (a los que acudían con equipos profesionales y micros con pértiga) o la historia de aquella gira por Europa en la que hicieron cero dólares de caja porque se gastaban 50.000 por día en mover, mantener, entretener y divertir al circo ambulante que habían montado.
Mención muy especial para Sam Cutler, su road-manager hasta el 74, por su aguda disección de la banda y por una actitud y un acentazo cockney que lo acercan mucho a un personaje de ‘Peaky Blinders‘.

por El Poleo