Teenage Kids, de los Undertones, es la canción que, según la leyenda, proporcionó a John Peel, el mítico dj de la BBC, “los mejores 2 minutos y pico” de su vida.
‘Good Vibrations’ cuenta un poco la historia de esa canción y de ese grupo y de otras bandas del Ulster de finales de los 70 y principios de los 80, como The Outcasts, que convirtieron el punk en una burbuja lúdica donde aislarse del conflicto casi de guerra civil de la Irlanda del Norte de aquellos años. Y el denominador común de todo aquello eran una tienda de discos, Good Vibrations, y su dueño, Terri Hooley, quien se convirtió en mentor, promotor y en ocasiones enterrador de muchas de esas formaciones.
La estrella de la función es, sin duda, Richard Dormer (otro magnífico actor irlandés en el elenco de Juego de Tronos), quien consigue cogerle el punto perfectamente a su personaje y hacerlo adorable o insoportable, según se vaya enfrentando a las situaciones -o según afecten estas a la sensibilidad del espectador-, mostrándose sucesiva o simultáneamente como un visionario, un colgado, un ángel o un irresponsable casi criminal, y no solo estamos hablando de música.