¿Puede Tom Waits hacer mainstream con Tom Waits? Pues sí, hasta el propio Waits es capaz de hacer un digesto de sí mismo y eso es lo que tenemos en Bad As Me (que sale mañana a la venta, pero que el bueno de Tom ha dejado escuchar –y más cosas- en su web estos días). Trece canciones breves que alternan compensadamente los tiempos –del rockabilly a la balada fronteriza- y muestran (a estas alturas, Tom) un catálogo de las influencias que construyeron y las rutas que trazaron la carrera de un hombre tan inclasificable que se ha hecho él mismo categoría: jazz, blues, r’n’b y rock’n’roll desconstruidos como marca de la casa, aullados o susurrados entre gemidos y con mucha querencia esta vez por sonidos y melodías fronterizos o tex-mex.
Bad As Me es algo así como un Tom Waits para dummies, y para esto no ha merecido la pena una espera de siete años desde Real Gone: no nos lo imaginamos haciendo esto por dinero –si no se vende un sonajero- ni porque se lo mande su señora (que, por lo visto, manda mucho) y tampoco nos vale la excusa socorrida de la edad (Waits sólo tiene 61 años), así que sólo nos queda aguantarnos con lo que hay, soñar con un gran disco de despedida y temernos (no Tom, por favor) uno de duetos.