Por Griffin Jazz
Vigésima edición de este veterano festival, uno de los más longevos que existen ahora mismo en el panorama andaluz. En esta ocasión dedicado a la gran blueswoman de Portsmouth (y por desgracia fallecida hace unos meses) Deborah Coleman, que allá por 2004 encabezó el cartel de la VIII edición del festival dejando un grato recuerdo y uno de los conciertos más exitosos que se recuerdan, ante 2000 personas.
Tres conciertos formaban parte del cartel de este año (con una temperatura nunca vista, con el personal tirando de ropa de abrigo: en vez de Andalucía esto parecía Gijón). La XX edición del Festival La Isla del Blues contaba con un cartel formado por tres mujeres, un elenco difícil de superar para un festival de estas características. Enhorabuena desde aquí a toda la organización, todo salió a las mil maravillas, quizá algo más de público hubiera estado bien: calculamos unas 500 personas.
La noche comenzó con el nuevo proyecto de Koko-Jean & The Tonics que a nosotros nos gusta mucho más que The Excitements (esto es una opinión muy personal), pero el formato trío R&B con guitarra-hammond-batería nos parece que puede proponer un soul más excitante que una estruendosa banda con metales (a no ser que se disponga de un repertorio de suficiente calibre como para defenderlo a saco). Sin ir más lejos, es lo que viene haciendo la gran Mavis Staples desde hace un porrón de años con el extraordinario Rick Holmstrom Trio (contrabajo por Hammond en este caso).
Los Tonics suenan de escándalo; veteranos de la escena barcelonesa, dominan todos los palos y transmiten todo el groove que requiere este tipo de show (Dani “Patillas” Baraldés a la guitarra, el armonicista Víctor Puertas, miembro de Suitcase Brothers, Big Mama Montse o Vermut Time, en esta caso dándole al Hammond y el batería de bandas como Mambo Jambo, Anton Jarl. Y como frontwoman, Miss Koko-Jean Davis, energía, pasión y mucha clase (y que transformó su look de Supreme a Ikette para la segunda parte del show). Una intérprete fuera de serie (que por momentos nos recordó a una joven Betty Lavette) para abrir el festival deleitándonos con temas como ‘Driving Wheel’ de Al Green, mucho swing, groove y R&B a lo Bo Diddley que nos entonó más que de sobra para comenzar la velada.
Tras Koko-Jean & The Tonics, fue el turno de la muy esperada actuación de la británica Dani Wilde, una de las grandes mujeres que hacen blues en la actualidad y una de las mejores de su generación, desde hace años en Ruf Records, donde incluso llegó a formar parte de los proyectos Girls With Guitars junto a Cassie Taylor o Samantha Fish. Desde su debut en 2008 con ‘Heal My Blues’ ha grabado seis fantásticos discos, el último de ellos ‘Live at Brighton Road’ (cd + dvd) que fue la base de su repertorio y donde queda más patente que nunca su doble faceta eléctrica y acústica, algo que pudimos disfrutar plenamente, quizá con más de lo segundo que de lo primero, seguramente por la baja de última hora de su hermano, el fantástico armonicista Will Harmonica Wilde (accidente de motocicleta del que parece se recupera favorablemente, por suerte). Will se ha comprometido a acudir al festival el año que viene con su propia banda para saldar la cuenta.
Temas potentes como ‘Rock me Right’ o ‘Deper Than Black’ (ejecutados con su personalísimo finger pinking, qué gozada) se alternaron cuando Dani agarraba su acústica con piezas tan elegantes como ‘Gloriou’s Day”, su peculiar visión de ‘Hound Dog’ o una excelente y sensual versión del ‘And It Stoned Me del ‘Moondance’ de Van Morrison que entusiasmó al público. Quizá el show no fue tan enérgico como algunos esperaban: estoy seguro de que quizá Dani tuvo que improvisar un track list distinto al previsto por la baja de Will Wilde, pero en cualquier caso el concierto me resultó más que satisfactorio y un previo perfecto al terremoto que se sabía que venía después.
Y es que para cerrar el evento, en su única fecha en España este verano, subió al escenario el huracán Joanne Shaw Taylor y su impresionante cuarteto (con gran protagonismo de Bob Fridzema a los teclados subrayando a la perfección los punteos de Joanne) a presentar su furibundo y recién publicado ‘Reckless Heart’, séptimo disco de la británica de Wednesbury descendiente directa de Albert Collins, de Rory Gallagher y de Stevie Ray Vaughan. Hemos de confesar que tras la primera escucha el disco no nos acabó de enganchar, quizá un sonido excesivamente duro y más alejado del blues de lo que es habitual; pero qué diablos, el directo te vuela la cabeza, es una brutalidad que aplasta cualquier duda sobre estos nuevos temas que defendió con verdadera pasión. Tocó siete u ocho temas del disco y apenas dejó un poco de espacio para rescatar hits mayores como “Goin’g Home’ del ‘White Sugar’, ‘Wrecking Ball’, el trallazo de ‘The Dirty Truth’ o dos de las joyas de ‘Wild’, quizá nuestro disco favorito de Joanne, ‘No Reason To Stay’ y ‘Dyin’ To Know’.
El opening: ‘In The Mood / Creepin’, ‘Bad Love’, ‘The Best Thing’, ‘New 69’, ‘Reckless Heart’… rock poderoso, gotas de sureño y white soul, y desde luego riffs a lo ZZ Top de los que le vuelven a uno loco del todo.
Definitivamente nos gustó aún más que hace dos años en la sala El Sol, y posiblemente menos que la próxima porque a Joanne se le ve toda la pinta de ir a más. Para mí, juega en la misma liga que Derek Trucks, Luther Dickinson o Rich Robinson en lo que a talento se refiere.
Joanne Shaw Taylor – guitar, vocals
Bob Fridzema – keyboards
Tom Sansbury – bass
Oliver Perry – drums