‘Bound to Meet the Devil’ marca la llegada de una potente y nueva vocalista en la escena del blues: Julie Rhodes. En apenas dos años, ha pasado de ser una completa desconocida a grabar en los míticos Fame Studios de Muscle Shoals en Alabama, con leyendas tales como el teclista Spooner Oldham, o pesos pesados como Greg Leisz (Lucinda Williams, Dave Alvin o Paul Westerberg) y la violinista Sara Watkins (Nickel Creek).
El álbum resultante tiene un impacto inmediato y visceral desde la primera escucha, teniendo influencias de cantantes como Irma Thomas, Shovels & Rope, Etta James o Bonnie Raitt.
Rhodes combina en el disco, el bluegrass de ‘Skyscraper Blues’, el Folk-Country de ‘End of the Line’, con cortes que pueden recordar a los Alabama Shakes como ‘Collector Man’ o ‘In Your Garden’. Del góspel rock de ‘Faith’ pasa al funk de ‘Hurricane’ e incluye una escalofriante versión del clásico blues del delta, ‘Grinnin’ In Your Face’ de Son House, que pone los pelos de punta.