Deshechos los Smith Westerns, su (excelente) guitarrista Mark Kakacek y el batería Julien Ehrlich, que también canta en este disco y que pasó antes de esta banda una temporada en la Unknown Mortal Orchestra, se fueron a vivir y a tocar juntos, se les apareció un ectoplasma inspirador al que llamaron Whitney y juntaron este magnífico, breve y luminoso ramillete de canciones.

‘Light Upon The Lake’ es un disco conscientemente encantador, que no pretende ser trascendente y antes lo contrario, y precisamente ahí radica su principal virtud, buscada, hallada y ofrecida al oyente: la modestia. Diez canciones en 30 minutos, y hasta viene con un instrumental, ‘Red Moon’, de 1.42.

Kakacek y Ehrlich han asentado bien sus pies como para que esto les saliera mal. Por un lado, sus influencias clásicas son las más obvias dentro del folk-rock, como The Band o Graham Parsons, aunque es inevitable recordar a los Moody Blues e incluso a Fleetwood Mac en muchos pasajes y, por otro, la referencia contemporánea es claramente Wilco (las guitarras de ‘No Woman’ son las de ‘Impossible Germany’), aunque el tono melancólico y soul que toma la voz de Ehrlich (no apta para todos los paladares, eso es cierto) los acerca a gente como Tobias Jesso Jr., Natalie Prass o Mathew E. White.

por El Poleo