Siempre que hay un retorno hay quien se alegra y quien desconfía y la vuelta de The Jayhawks con el bonus del reencuentro de Gary Louris y Mark Olson a la cabeza de la banda no iba a ser una excepción. Mockinbird Time es un buen disco que nace viejuno, cincuentón, resultón, acomodaticio y seguramente rentable y que consolará a los que echan de menos las obras maestras del grupo en los 90; pero el tiempo no pasa en vano, la chispa se pierde, el genio se diluye y, además, es difícil sorprender y/o encandilar a unos fans que a estas alturas ya se las saben todas de un género (alt-country/americana) que no destaca precisamente por sus innovaciones y sus riesgos.