La séptima de las nueve citas de la gira española de The Jayhawks hacía parada el pasado sábado en la 23 edición del Festival Internacional de Jazz de San Javier, es costumbre de la organización incluir siempre una banda de rock consagrada en el cartel fuera de abono (The Mavericks, John Hiatt o John Fogerty han dejado huella tras su paso por aquí) para potenciar la popularidad del festival. El tour de los de Minnesota es la primera gran gira de una banda americana por España en el último año y medio, todo un acontecimiento que puede ser el inicio de un necesario cambio de tercio. No sólo eso, Gary Louris declaraba en redes sociales que el de Hernani, pistoletazo de inicio de la gira, fue el primer concierto del banda en 16 meses. Tanta penuria, tan costoso y desangelado periodo de espera sin música en directo, no podía más que generar una enorme expectación, todo vendido y ambiente en los alrededores desde un par de horas antes. Los asistentes desempolvaron camisetas de Gram Parsons, Mike Farris, Pokey Lafarge, John Mellencamp, Neil Young, Tom Petty & The Heartbreakers o Tedeschi Trucks Band, todo apuntaba de veras a una gran noche.
Y ciertamente lo fue, el sonido del anfiteatro del Parque Almansa siempre es sobresaliente, el tiempo acompañaba y la banda apareció con puntualidad en el escenario. Con desmesurada pulcritud fueron desengranando el legendario cancionero fundamentalmente Louris, se sucedían los clásicos ante el fervor del público, los músicos estaban muy cómodos y todo parecía idílico. Y lo fue, evidentemente, como no puede ser de otra forma si se interpretan hermosas canciones del calibre de “I´m Gonna Make You Love Me”, el irresistible opening, “Waiting For The Sun”, “Trouble”, “Man Who Loved Life”, “I’d Run Away” y tantas otras legendarias composiciones que The Jayhawks nos han regalado a lo largo de los años en todas sus épocas, con Mark Olson en la banda y su posterior adaptación.
El habitual quinteto con que se presentan en directo se ha reducido en esta gira al cuarteto básico, Gary Louris, Karen Grotberg (voz y teclados), Marc Perlman (bajo) y un siempre inspiradísimo Tim O’Reagan (Voz y batería), lo que quizá provoca un sonido más pulcro y cristalino en ausencia de la segunda guitarra, el teclado de Karen brilla como nunca y las armonías vocales suenan cristalinas. Sin duda un concierto más cálido y más íntimo que en ocasiones anteriores, especialmente en los dos sets en los que Louris coge la acústica y proceden con “Tampa To Tulsa”, “Everybody Knows”, “All the Right Reasons” o “Save It For A Rainy Day”.
A los que nos encanta la fórmula mágica melodía + electricidad, quizá se nos quedó un poco cojo esta segundo ingrediente de la fórmula, sobre todo si recordamos aquellos estruendosos conciertos con Stephen McCarthy o incluso con Keith Jarret Johnson (oficialmente la banda sigue siendo un quinteto, pero por aquí no ha aparecido John Jackson). Los temas en los que Gary Louris empuña su Gibson SG mantienen todo el punch, desde luego que sí, pero quizá en algunos temas se hubiera agradecido mucho el agradecido bofetón decibélico. “Stumblin Through The Dark”, “Angelyne”, “Two Hearts”, “Smile” o “Somewhere in Ohio” indicaron el camino de la recta final, con una dupla incomparable, “Blue” / “Tailspin”.
Jayhawks presentaban “XOXO”, su disco de 2020 (Gary Louris acaba de publicar uno en solitario), del que sonaron cuatro cortes con muy buen nivel que no desentonaron en absoluto, “Forgotten Town”, “Living in a Bubble”, “Across My Field” y “Dogtown Days”, quizá se echó de menos alguno más porque “Xoxo” nos gusta mucho, pero el show se ajustó a las dos horas de rigor sin más concesiones. Dos horas que culminaron con los habituales bises, “Shettled Down Like Rain” del formidable “Hollywood Town Hall”, “Big Star” “Until You Came Along” de Golden Smog y por supuesto el final festivo con “Bad Time”; malos, muy malos tiempos, pero con show como el de el sábado en San Javier, los malos tragos deben de empezar a ser cosa del pasado. Confiemos en que será así.