The Flatlanders sacaron su primer disco hace 50 años, pero podrían haberlo hecho hace 60 o 70: lo suyo no ha sido precisamente ir cogiendo las olas de la modernidad en un carrera ciertamente ejemplar, lo suyo ha sido siempre mantener y renovar con brío y calidad el country & western siendo tan fieles a una audiencia esencialmente tradicional como a ellos mismos.
Joe Ely, Jimmie Dale Gilmore y Butch Hancock andan bien entrados en la séptima década de sus vidas, pero, por lo que se ve en este extraordinario ‘Treasure of Love’, mantienen intactas sus energías y aun les sobrarían fuerzas para dejar con la lengua fuera a cualquier tipo de cuarenta años. La única pregunta que cabe es saber qué tienen que demostrar a esta.s alturas con un disco como este, con solo cuatro canciones originales y el resto de la entrega dedicado a temas que llevan años y años en su repertorio (bien como banda, bien individualmente, porque la trayectoria de los Flatlanders ha sido intermitente) y la única respuesta que satisface esa pregunta -naturalmente después de haber disfrutado con fruición del disco- es que lo han hecho porque sabían que iban a pasar un rato magnífico tocando y grabando. Y eso se nota: hay a lo largo de los 15 temas de este ‘tesoro’ un montón de chispazos (‘Mama Does The Kangaroo’, ‘The Ballad of The Honest Sam’, ‘Sittin on Top of The World’…) que avalan la sospecha de que ha sido el deseo del disfrute de la amistad y la excelencia que alcanzan cuando tocan juntos lo que los ha movido a meterse en el estudio. Y eso es un regalo que ellos se han hecho a sí mismos y es un tesoro para nosotros que podemos disfrutarlo.