Los hermanos Dickinson llevan desde principios de este siglo editando discos (me salen cuentas de 15 y no hay ninguno malo) tan ajenos a lo que pasa en la actualidad del mercado musical como intensos, excelentes e inimitables. Lo de North Mississippi Allstars es una fusión sabrosa y mantecosa de blues, funk, r’n’b, folk y funk que es imposible que no se te hinche la vena con los primeros acordes de cualquier tema y te arrastre a un universo sónico estimulante y reconocible como abierto a (calculadas) sorpresas.
Este ‘Set Sail’, publicado en abril de este año, es su retorno a la carretera después de tres años de parón y viene repleto de novedades: se incorporan a la siempre cambiante banda un bajista (Jesse Williams) y un nuevo cantante (Lamar Williams, Jr.), quien está acreditado en 6 temas, algunos de ellos junto a la nueva corista del combo Sharisse Norman (ufff!) y el disco contiene como un auténtico regalazo a la afición un tema -‘Never Want To Be Kissed’- interpretado por el legendario artista de STAX William Bell que a sus 82 años demuestra eso de que el que tuvo retuvo y otro montón de increíbles virtudes.
Como tantos discos de los Allstars, ‘Set Sail’ es un producto calculado y muy bien balanceado, que contiene un poquito de todo sin que nada se salga del tiesto y con la enérgica voluntad de satisfacer plenamente a la audiencia, cosa que indudablemente consiguen.