A sus 63 años sigue siendo una de las grandes rebeldes. Ya a finales de los 80, trajo el nuevo rock a la música country cuando firmó con Rough Trade y ayudó a lanzar ese género híbrido que es la Americana.
Este álbum es diferente a cualquier otro disco anterior de Lucinda Williams. Hay un hilo conductor en las canciones, una misma temática, la Interestatal 20, una autopista de 190 millas que se extiende en dirección este-oeste en su estado natal, Louisiana. De las 14 canciones, 12 se inspiraron en varios períodos y experiencias personales ocurridas en ciudades situadas en la I-20, en las que ha residido o tiene lazos familiares.
Cuenta con algunos de los arreglos más experimentales que ha grabado, como se pueden escuchar en la épica ‘Dust’, la escalofriante ‘If My Love Could Kill’ y ‘House of Earth’, una canción perdida de Woody Guthrie a la ha puesto música. Amplía su timbre de voz hacia el fraseo jazz en ‘I Know All About It’ y nos regala una nueva interpretación de ‘Factory’ de Bruce Springsteen.
Una mezcla de influencias, del country con el góspel y el blues, en el que destaca el papel a las guitarras de Grez Leisz y Bill Frisell, que proporcionan unas texturas sonoras increíbles y tonos etéreos que mejoran la composición brillante de Williams.